"El personaje de Ibn Marwan tiene mucha mala leche, a lo largo de la obra no dice una palabra amable, es autoritario, fuerte y, sobre todo, potente". Así definía ayer Eduardo Spínola al protagonista de Una mirada en el tiempo , que él interpreta. Este sevillano de 31 años que lleva dos años en Badajoz, donde tiene una empresa de fontanería, no había hecho teatro jamás, se presentó al casting animado por su novia y el resultado, según el director de la obra, es que "lo borda". Su físico lo ayuda bastante, pues además de buen porte, luce media barba. Eduardo Spínola señaló que el ambiente en los ensayos es "buenísimo", lo que anima a los actores a no faltar a cada cita a pesar del sacrificio que les supone. Lo que peor lleva es ser jinete: "llevo cuatro días pensando nada más que en el caballo", decía.