Convivía desde hace una década él, su pareja y su hijo con la familia paterna y carecía de empleo; ahora acaba de recibir uno de los pisos reasignados por la Agencia de la Vivienda y asiste al taller de fontanería y electricidad. "Ya vivo en la casa que me ha adjudicado la Junta, hace un mes, con mi mujer, mi hijo y una sobrina; estoy mucho mejor", explicó. Su ilusión es aprender un oficio, "ahora voy al curso, me pagan y espero que me ayude a buscar un trabajo para poder seguir adelante". También opina que "el barrio está mucho mejor; hay menos jaleo". Su comunidad está en proceso de formación, "los que viven en el bloque son gente civilizada", afirmó, pero él insiste en que "lo quiero es hacer el curso y tener un trabajo".