Los usuarios de los huertos familiares de las pedanías están dispuestos, en principio, a comprar estas parcelas de propiedad municipal, que algunos de ellos llevan cultivando desde hace más de 50 años. Así lo han acordado los afectados en las asambleas celebradas para valorar la propuesta del Ayuntamiento de Badajoz que, el pasado 31 de enero, anunció que para regularizar la situación de estos terrenos, se pondrán a la venta los huertos en suelo rústico, mientras que los que están en suelo urbano se reservarán para que la Inmobiliaria Municipal construya viviendas y espacios dotacionales como contempla el PGM.

Josué Otero, portavoz de la Coordinadora de Huertos Familiares, explicó ayer que la postura mayoritaria es favorable a la compra de estas parcelas, aunque antes quieren conocer cómo será el proceso de venta y también buscar una solución a los usuarios cuyos terrenos se encuentran en suelo urbano, que no tendrían opción a adquirirlos y que solo podrían seguir haciendo uso de ellos hasta que se construya.

Una de las fórmulas que plantea el colectivo es el intercambio de estas parcelas por otras en suelo rústico que ahora están abandonadas.

La coordinadora remitió el lunes un escrito al ayuntamiento pacense solicitando información, "por escrito" y de forma "clara y detallada", sobre ambas cuestiones.

Además, Otero señaló que otra de las exigencias que mantiene el colectivo es que se garantice que tras la venta de los huertos no se podrá cambiar el uso del suelo de rústico a urbanizables, pues una de sus principales reivindicaciones desde que se inició el proceso para regularizar estas propiedades es que mantengan su carácter agrícola, puesto que forman parte de la identidad de los poblados.

Cuando se anunció la venta de los huertos familiares, el concejal de Poblados, Jesús Coslado, se comprometió a mantener una "estrecha negociación" con los afectados para establecer las condiciones de compra, así como a que los precios fueran "asequibles".