Antes de que en el siglo IX d. C. Ibn Marwán llegase a Badajoz, esta plaza ya había sido ocupada en diversos periodos de tiempo por otros pobladores. Según el profesor titular de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis Berrocal-Rangel, "Badajoz es la ciudad habitada más antigua de Extremadura". Este experto, que participó ayer en el ciclo de conferencias que la Asociación Amigos de Badajoz ha organizado con motivo de Al-Mossassa, la fiesta que rememora la fundación árabe de la ciudad, recordó que "el propio nombre de Badajoz es un nombre de origen céltico, vado, que significa lugar de paso entre las aguas".

Esta ciudad ya tenía gran importancia económica y social, tanto para el entorno portugués como extremeño, siglos antes de la llegada de muladíes y mozárabes en la Edad Media, según Luis Berrocal, quien sostuvo que "éste es un lugar único, sólo hay que estudiar el entorno geográfico para entender que una posición natural como Badajoz y el fuerte de San Cristóbal, con el cerro de la Muela o la alcazaba, no se repite en cientos de kilómetros ni al norte ni al sur". Aunque después se despuebla entre el siglo III d. C. y el VII d. C., por condiciones sociopolíticas. "El primer asentamiento estable se produce en el interior de la alcazaba en el siglo IX a. C., pero en el año 2.500 a. C. ya había ocupaciones".

Los primeros pobladores de Badajoz "era una población céltica hispana, mestiza, creada en la península ibérica pero con pautas típicas del mundo atlántico".