A Luis Vaca Olivera le sonó el teléfono una mañana, no recuerda el día exacto pero sí que fue a las 12.00 del mediodía. Al otro lado, alguien de la Casa Real le informaba de que le habían concedido una medalla, de la Orden del Mérito Civil, que le sería impuesta por el Rey Felipe VI. Hasta ese momento, no sabía nada "y me causó mucha sorpresa porque yo no esperaba eso bajo ningún concepto, para mí era algo impensable". Luis Vacas tiene 82 años y trabaja desde hace 12 como voluntario del Banco de Alimentos de Badajoz. Recibió el galardón junto a otros 38 condecorados "por contribuir a ayudar a los más necesitados" y porque "su conducta ejemplar hace grande a España". El acto se organizó en el Palacio de Oriente por el primer aniversario de la proclamación del Jefe de Estado.

En el Banco de Alimentos de Badajoz, su presidenta, Carmen de Aguirre, que también asistió a la imposición, se mostraba orgullosa y feliz y comentaba la categoría de los galardonados, profesionales en distintas facetas que han demostrado su valía destacada. De Aguirre dice de Luis Vaca que es un "voluntario maravilloso y alegre".

Trabajó hasta los 70 años en la Diputación de Badajoz y cuando se jubiló tras 53 años "me quedaba en realidad vacío y pensé irme a colaborar con el Banco de Alimentos, desde entonces hasta la fecha". Como ya no podía continuar trabajando, buscó otras ocupaciones, se apuntó a la Universidad de Mayores "para rellenar el tiempo de la mejor manera posible". Se considera una persona muy activa. Lo es. "Si estoy inactivo me encuentro mal, yo tengo que estar siempre con alguna actividad pendiente". Su función en el Banco de Alimentos es colaborar en el control de la entrada y salida de productos, llevando el libro de trazabilidad, ver los lotes de las mercancías y las fechas de caducidad. Es lo que le encomendaron y defiende la utilidad de su labor. "En estas cosas no es como uno se considere, sino como lo consideren los que están al lado y a mí me tienen bien considerado, yo lo que tengo que hacer lo llevo al día".

En aquella llamada de la Casa Real no le expusieron razones por las cuales se le concedía el reconocimiento. Sí sabe que el Rey había decidido "acercarse más al ciudadano y han buscado 38 personas que se hayan distinguido por algunas circunstancias, entre ellas yo, no sé la razón por la que me incluyeron a mí en la lista". Reconoce que sería una iniciativa del Banco de Alimentos, que propuso a varias personas y Luis Vaca fue la elegida, "es posible que por mi edad". Lo mismo piensa la presidenta. El Banco de Alimentos recibió una llamada para que propusiese una terna de aspirantes y entre ellos estaba este voluntario.

Este reconocimiento le servirá a Luis de "acicate" para continuar su labor en esta oenegé, "es un estímulo, aunque yo no lo necesito". Como él, este jubilado recomienda a otras personas mayores que colaboren con colectivos sin ánimo de lucro "de todas las formas posibles, tanto material como con su buen hacer, porque sin ayuda no podrían existir estar organizaciones". Su experiencia avala la afirmación de que "los mayores están demostrando que siguen siendo útiles, en todas las facetas: ayudando a sus hijos que están trabajando para cuidar de los nietos, y todo lo que hace falta, incluso económicamente, habrá excepciones pero normalmente estamos colaborando".

Tras recibir la medalla, Luis Vaca, con el resto de condecorados y sus familiares, pudo conversar con el Rey y la Reina. "Mayormente con el Rey", mientras tomaban un aperitivo. Tuvieron ocasión de intercambiar algunas palabras. Entre ellas, Luis recuerda que su hija le comentó que su padre era bajo (no llega a 1,60 metros) y la respuesta de Felipe VI fue que "no hace falta ser muy alto, lo que hace falta es tener buena cabeza y buen corazón". La impresión que se lleva de aquel encuentro es que "el Rey es muy abierto, muy simpático, muy atento y muy normal".

La medalla la tiene en casa. Todavía, al alcance de mano, pendiente de buscarle un lugar privilegiado, como el que ya tiene en su memoria.