TLta plaza Alta y sus aledaños eran un hervidero de gente en la mañana y primera hora de la tarde del sábado. Pacenses y alentejanos subimos por las faldas del Cerro de la Muela. IU celebraba la Fiesta de la Primavera, nuestros amigos portugueses conmemoraban el 25 de abril y muchos vecinos de Badajoz nos olimos jolgorio y allí que fuimos.

Tiene esta ciudad habitantes agradecidos que acuden a todo cuanto al aire libre se organiza, siempre y cuando, eso sí, haya tabernas, mesones y bares donde alegrar el corazón con vinos y cañas, y buenas tapas para empaparlo.

Había alegría. Se notaba el ambientillo conforme subías las suaves cuestas. Que hay crisis nadie lo niega pero, por unas horas, parece que todos los que por las calles deambulábamos la habíamos olvidado. A las cuatro y media volví a casa y aún estaban las terrazas y el interior de los establecimientos llenos. Dos y tres filas para ser atendidos en las barras y personal, a todas luces insuficiente, serpenteando entre la clientela mientras portaban en equilibrio los pedidos para las mesas. Todo lleno. Y entre parroquia y parroquia, en busca de un nuevo hueco en el que tomar algo, las gentes nos cruzábamos en las callejas del entorno entre casas rehabilitadas, viviendas con fachadas derruidas, solares acotados para obras --que vaya usted a saber si tal y como están las cosas se iniciarán-- y carteles de "se vende". Reíamos, hablábamos y comentábamos con los conocidos lo mucho que ha mejorado la zona. Que aún queda mucho, pero que el avance es innegable y que, dentro de poco, tendremos un hermoso barrio alto para disfrutar y enseñar. "Que Badajoz no es feo, que es lo que durante años nos vendieron y nosotros lo creímos", "mira que bonita esa arcada, y el dintel de aquella puerta". Y así pasamos la mañana. Mirando, paseando, charlando y agradeciendo a quienes han dado un paso adelante poniendo sus negocios, invirtiendo. Son bonitos establecimientos los que están proliferando y dando ambiente.

Son pacenses que creen el futuro de este singular enclave que se cobija a la sombra de La Alcazaba.