Vecinos del núcleo de El Manantío defienden que ellos vivían allí antes de que existiese el cementerio nuevo y el vertedero. La pesadilla de tener que soportar las molestias y el olor nauseabundo de un basurero de grandes dimensiones no ha terminado con la puesta en marcha del llamado ecoparque sino que, según habitantes próximos a la planta, los camiones siguen vertiendo basuras muy próximas a sus casas y los desperdicios son compactados y acumulados en una gran montaña. El olor es tal que dicen que les obliga a mantenerse dentro de sus viviendas y en algunos funerales, los asistentes tienen que taparse la nariz porque el aire es irrespirable.

En este núcleo viven permanentemente una docena de familias, y de forma intermitente alrededor de 70. Alberto Velasco, que durante 12 años ha sido presidente de la comunidad de propietarios apuntaba ayer que en la declaración de impacto ambiental del centro de tratamientos de residuos, aprobado en octubre de 1993, se recogió, a petición de los afectados, el retranqueo de las plataformas de vertidos, para alejarlas de las casas.

EL RAZONAMIENTO Según este vecino, el vertedero está a unos 20 metros de las viviendas más cercanas y la urbanización sólo está separada del vertedero por el ancho de la carretera. También apuntan que en el ecoparque está previsto el sellado del basurero, pero no se creen que se haya hecho nada, pues aducen que la montaña de basura es cada vez mayor.

Los afectados no sólo se quejan del mal olor, sino de las consecuencias de tener continuamente cigüeñas sobrevolando, que dejan caer desperdicios sobre sus casas, o la presencia de roedores.

CARRETERA Asimismo denuncian el mal estado de la carretera, demasiado estrecha por la que deben circular los camiones de recogida de basura, a los que en ocasiones se les ve invadiendo el carril contrario.

De estas quejas se hizo ayer eco el concejal de IU en el Ayuntamiento de Badajoz, Manuel Sosa, quien también se refirió a que existen focos de basura incontrolados a lo largo de toda la carretera.

Sosa se refirió además al problema que vienen denunciando desde hace años estos vecinos por el aeródromo que linda con sus terrenos. En la búsqueda de una solución, los afectados se han dirigido a distintas instancias, entre ellas el Defensor del Pueblo que, curiosamente, ha contestado a los vecinos que el órgano administrativo competente (el ayuntamiento pacense) en relación con esta queja, no le envía la información pedida.