Hacia las diez de la mañana de ayer las máquinas procedieron a derribar el aljibe que surte de agua a las parcelas de la primera división de la finca Los Rostros, en la que el ayuntamiento tiene un proceso pendiente por parcelación ilegal, ante la crispación de los dueños de estos pequeños terrenos, que aunque en un primer momento intentaron evitar el derribo, finalmente tuvieron que ceder, ante la vigilancia de agentes de la policía local y de la Guardia Civil, según contaba el abogado de la comunidad de propietarios, David López de la Rosa.

Se vivieron momentos de desesperación entre los vecinos, que se sentían indefensos, aunque en ningún momento los agentes tuvieron que actuar, según aseguraba la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, quien se limitó a reconocer a EL PERIODICO que los propietarios no tenían que ser avisados de que las máquinas entrarían en la finca. Herrera anunció para hoy una rueda de prensa.

La situación se ha complicado al comprobar los vecinos que no sólo se han quedado sin agua en sus parcelas, con las que regar y dar de beber a los animales, sino que la operación de derribo también ha afectado a la instalación eléctrica, con lo cual tampoco tienen luz.

EMPADRONADO López de la Rosa recordó que existía una sentencia favorable al ayuntamiento para derribar el aljibe y las canalizaciones de agua pero la juez determinó en julio del 2004 que no procedía la orden de entrada. Según el abogado, el ayuntamiento "se ha pasado por el forro" todo el procedimiento y no ha notificado a los propietarios la ejecución cuando han conseguido el auto de entrada. El abogado anunció que hoy mismo los afectados estudiaran las acciones legales que están dispuestos a emprender. Según López de la Rosa se ha actuado "con alevosía y ha actuado sin darle publicidad". De momento, un vecino, que mostró el certificado de empadronamiento, ya ha decidido reclamar el resarcimiento por los daños causados.

El primer propietario de la finca y vendedor de las parcelas, Vicente Casado, también denunciaba ayer "el asalto", que según él se hizo "de mala fe" y lamentaba que si el ayuntamiento lo que quería era perjudicarlo, no debería haber atacado a los vecinos porque precisamente el aljibe está legalizado y cuenta con todas las "bendiciones" de la Junta y de la confederación hidrográfica. Casado negó haber recibido notificación del derribo.