La obra de desdoblamiento del tramo de la carretera de Badajoz a Cáceres, la EX-100, desde Marchivirito hasta el cruce de San Vicente, avanza según lo previsto y empieza a ser perceptible para los ciudadanos. Aunque la obra se inició formalmente el pasado mes de noviembre con el acta de comprobación de replanteo y la colocación de la primera piedra por parte de las autoridades, es ahora cuando las máquinas trabajan en la zona, una vez concluidas las expropiaciones y tener ya disponibles los terrenos.

La primera actuación que han realizado las máquinas de la unión temporal de empresas Joca-FCC, a la que se le ha adjudicado la obra de desdoblamiento, ha sido el desbroce de la traza y ahora se está haciendo la obra de drenaje, para lo que se están colocando los tubos que se utilizan para drenar la carretera. "También se están reponiendo los servicios afectados por el desbroce", según explicó ayer a este diario el jefe del Servicio de Carreteras de la Junta de Extremadura, Pedro Rodríguez.

"El siguiente paso a estas actuaciones será el movimiento de tierra, que podría iniciarse en un plazo aproximado de un mes y medio a dos meses, momento en el que se verán más máquinas", según Rodríguez, quien recordó que "en los meses de verano también habrá más máquinas trabajando, porque hay menos tráfico y no llueve". La obra, cuyo plazo de ejecución es de 30 meses, no finalizará hasta el 2009 y a lo largo de este tiempo se realizarán desvíos provisionales del tráfico.

La doble vía tendrá una longitud de 5,5 kilómetros e incluye seis glorietas. Se hará un tramo urbano con carril-bici y acerado y otro interurbano a partir de la zona de los semilleros de empresas, además de tres vías de servicio para dar acceso a distintas industrias y empresas ubicadas en esta carretera. En el tramo más próximo a Badajoz se duplicará la vía existente, mientras que en la parte final se separa la nueva calzada de la actual.