--Lleva tan solo unos meses como directora. ¿Cómo ha visto esta primera etapa?

--Ayer (por el miércoles) hice cien días. Este trabajo es muy excitante y atractivo. Yo la teoría ya la sabía. Podía hablar con argumentos de violencia de género, pero ahora estoy experimentando el día a día, el trabajar con mujeres, concerlas y ponerme en sus zapatos. Yo tengo una virtud: tengo mucha empatía. Me tengo que poner en su lugar, aunque luego tengo que recuperarme yo y salirme de esa situación. Es un trabajo que te llena muchísimo.

--¿Tiene ya algún proyecto pensado para estos años?

--El proyecto del día a día está ya hecho, porque el Instituto de la Mujer de Extremadura lleva muchos años trabajando por las mujeres, por la igualdad, en contra de la violencia de género. Trabajamos para ponerlas en la sociedad y que puedan tener la autonomía de sus vidas. Esos ejes están ya establecidos. En la Casa de la Mujer de Badajoz, como ya han hecho otras compañeras antes, queremos atender a las mujeres desde el momento en el que llegan aquí. Hay que atenderlas sin juzgarlas ni cuestionarlas. Si una mujer decide venir tiene que ser atendida inmediatamente.

--¿Cómo es el proceso desde que una mujer llega a la Casa hasta que sale?

--Es un proceso innato en la mujer. Las hay que vienen muy deterioradas con muchas ganas de salir. Y hay otras que no es que no tengan ganas, es que no saben lo que tienen que hacer. Las han tutorizado o dirigido durante muchos años. Hay mujeres que no tienen ninguna red social, porque no tienen a sus familias aquí o porque son extranjeras. Pero hay una cosa que quiero que quede clara. Las mujeres que tienen esa problemática no quiere decir que sean las únicas que sufren violencia de género. Son las únicas a las que la administración ayuda. Las otras o tienen un trabajo, o tienen una red familiar, o tienen una hermana con la que se pueden ir.

--El informe de Fiscalía de Badajoz afirma que se está produciendo un aumento de situaciones de violencia de género en menores de edad, muy visible en redes sociales ¿Qué se puede hacer para combatir esto?

--A mí me ha pasado en la Universidad que una alumna me ha dicho: Hágase una foto conmigo que mi novio no se cree que estoy con usted. Yo siempre, a mi alumnado, le pregunto que si sabe quién creó facebook y por qué se creó. Ese chico empezó a colgar fotos de una chica que no había querido ser su pareja. Hasta ahora nos han socializado desde el tú no debes de llorar y tú no debes jugar al fútbol. Ahora hay que socializar al contrario. Hay que hacer ver que el que invadan tu espacio no es amor. Y, por ejemplo, que cojan tu móvil es que te invadan tu espacio.

--Y en algunos temas, como en el lenguaje, ¿no le parece que se ha exagerado un poco?

--En un congreso al que asistí de Malvaluna, una chica mexicana dijo: Yo he sido durante seis meses miembra de un comité, pero he llegado a España y he dejado de ser miembra. No se puede decir 'concha' en algunos países, ni se puede 'coger a las niñas' en otros. Todo lo que sea visibilizar a las mujeres no veo que se exagere nada. Hay que hacer un poquito de esfuerzo en buscar la palabra que englobe a las dos casos. El alumnado, el profesional médico...

--¿Y qué le pareció lo de la diputada y el bebé?

--Puede dar para un chascarrillo, pero me parece fatal que lo que haga una mujer se cuestione tanto. Yo soy partidaria de que todas las mujeres y hombres de cero a tres años puedan llevar a sus hijos al colegio gratis. Y creo que si lo que quería era llamar la atención, lo consiguió. Pero la verdad es que no sé exactamente qué reivindicaba con llevar el bebé.

--Cambiando de tercio. ¿Está de acuerdo con lo que dijo Pedro Sánchez, que prometió el mismo trato para las víctimas de terrorismo que las de violencia de género?

--Eso ya se tenía que haber hecho. A nosotras nos matan por ser mujeres y eso no lo podemos cambiar. Tú puedes ser Guardia Civil y pedir que te trasladaran si estabas amenazado. Pero nosotras no podemos dejar de ser mujeres. Es un tipo de terrorismo y es muy dramático que nos maten.

--¿Y de lo que propuso Ciudadanos, una asimetría penal en cuestión de sexo en casos de violencia de género?

--Esa postura no la comparto. Mira en la cárcel cuántas mujeres hay y cuantos hombres. Hay muchos más hombres que infringen violencia hacia sus mujeres que al revés. En todas las charlas, en todos los institutos, hay una niña que conoce a un chaval que fastidia a su novia. Es algo estructural.

--Pero hay una corriente extendida que afirma que, con una cantidad tan grande de denuncias recibidas, muchas de ellas falsas, es muy difícil combatir a los que de verdad están maltratando.

--No están construidas sobre nada. Y lo de las denuncias falsas no es cierto. Sólo el 0,081% de las denuncias son falsas. Y yo voy a poner un ejemplo de una denuncia falsa que yo sé que no lo es. Yo tengo una alumna de la universidad que me contó que su novio le había pegado una vez. Ella fue y le puso la denuncia, y después la quitó porque su pareja le dijo que si se llevaba al niño 'se iba a enterar'. Y eso, para la estadística, es una denuncia falsa, porque la has quitado.

--Ante ese problema, partidos como Podemos o IU proponen una alternativa habitacional inmediata. ¿Está de acuerdo?

--Me parece muy bien siempre que ella quiera. Lo que no se puede consentir es que la deje de tutelar el maltratador y la tutele la administración. Una chica extranjera que vino aquí pensaba que estaba encerrada y castigada por no ser capaz de conseguir que su marido no la pegara. A mí se me calló el alma al suelo. Tenemos que ayudarlas a encauzar su vida, a que sean autónomas. Se trata de conseguir una salida. Para eso tenemos aquí 16 profesionales trabajando.

--La última. ¿Qué le parecería un pacto de estado contra la violencia de género?

--Quiero que lo haya. Que la violencia de género sea de todos los partidos, que todos lo lleven en su agenda. Me parece genial que en Extremadura se cree una unidad de igualdad en todas las consejerías. Las mujeres lo pedimos siempre, cuando ponemos velas o nos concentramos. y creo que es posible.