La Asociación de Vecinos de Santa Marina ha definido tradicionalmente su fiesta de las Candelas como el pórtico del Carnaval de Badajoz, un sobrenombre que describe el ambiente que envuelve a esta cita, en la que los tambores y bailes de las comparsas anticipan lo que ocurrirá dentro de una semana. Las Candelas de Santa Marina celebraron ayer su 30 edición y lo hicieron recuperando el lugar que corresponde a la quema del Marimanta, en el centro de la plaza de Conquistadores. «Ha vuelto para quedarse», manifestó José Manuel Garófano, de la asociación vecinal y ejecutor material del pelele.

La pila tuvo que trasladarse los últimos cuatro años a la avenida Saavedra Palmeiro porque las obras del párking subterráneo no habían terminado y aunque el promotor de esta infraestructura permitió que durante tres años se siguiese prendiendo en este lugar la fogata, después el ayuntamiento consideró que no había garantías, mientras esta actuación no estuviese terminada. Una vez inaugurado el aparcamiento, la quema del Marimanta recupera su sitio, en un lugar señalado en la plaza delimitado con ladrillos refractarios.

Previo a la candela se celebró el desfile, que se inició en la confluencia de la avenida de Colón con la de Santa Marina.Este año el pelele no salió del colegio Arias Montano, donde los niños de los últimos cursos de Primaria ayudaban a Garófano a confeccionarlo. El problema es que el centro se ha quedado sin la conserje, que era la encargada de su cuidado, así como de organizar a un grupo de padres para ensayar alguna coreografía y acompañar a la comitiva. Aún así, en el desfile no faltaron los alumnos disfrazados. Tras el estandarte de la asociación de vecinos, animaba el recorrido la formación Batala, seguida de un numeroso grupo de la comparsa Caribe. A continuación, los jóvenes de La Movida de Gévora y gran cantidad de carnavaleros de la comparsa Dekebáis, que terminaban con aplausos sus coreografías. No faltaron los superhéroes de Aexpainba, que precedían al Marimanta, que iba cargado en sus parihuelas por una docena de niños, seguidos por las comparsas Lancelot, Umsuka-Imbali y Los Desertores. Cerraban el desfile los integrantes Trimoto, siempre divertidos.

No entraron las comparsas en la plaza donde estaba preparada la pila, a base de palés de madera forrados con cartón, que prendió el Candelero 2018, Samuel Colomer. El Marimanta fue rápidamente pasto de las llamas, que alcanzaron tal altura que los bomberos tuvieron que actuar para frenar la fuerza del fuego.