Con el proyecto se pretende "romper con el aislamiento y las dificultades que sufren las personas con discapacidad física en el mundo rural para acceder al empleo", según el presidente de Cocemfe-Badajoz, Jesús Gumiel. Según sus cálculos, en el Servicio Extremeño de Empleo hay más de 1.500 minusválidos desempleados.

Pero él asegura que son más, "porque muchas personas que tienen alguna deficiencia orgánica no quieren declarar su minusvalía por temor a que las empresas les rechacen, sin embargo reciben el apoyo de Cocemfe", explicó. La tasa de paro es tres veces superior a la existente en el sector de la no discapacidad.