El deseo de cambiar la sociedad o de sentirse útil, son algunos de los motivos que llevan a más de 14.000 ciudadanos de la provincia de Badajoz a dedicar, de forma altruista y solidaria, parte de su tiempo a los colectivos más vulnerables. Enfermos, menores, discapacitados, o minorías étnicas, son algunos de los grupos a los que estos voluntarios tienden su mano desde más de medio centenar de entidades no gubernamentales que, sin ánimo de lucro, operan en la provincia.

El próximo sábado se celebrará el Día Internacional del Voluntariado, un día de reconocimiento a estas personas, según el presidente de la Plataforma para la Promoción del Voluntariado de la provincia de Badajoz, Jesús Gumiel, quien recordó que estos ciudadanos destinan más de cuatro horas semanales a esta labor solidaria.

CALIDAD Avanzar en la formación para conseguir un voluntariado de calidad y alcanzar la cohesión, son los principales retos que tiene planteado el voluntariado pacense. En estos momentos desde la plataforma de Badajoz se está trabajando, de la mano de la de Mérida, en activar una plataforma en la provincia de Cáceres, para lo que se ha previsto una reunión en este mes con asociaciones de esa provincia con el fin de que se cree allí una gestora, "y conseguir que de la unión de las dos provincias surja la plataforma regional", según explicó.

En esta tarea cuentan con el apoyo de la Junta, según confirmó el director general de Servicios Sociales, Juan Carlos Campón, quien destacó "la labor silenciosa pero activa de los voluntarios". En su opinión, la creación de una plataforma regional del voluntariado "va a permitir que su acción sea mucho más visible y eficaz, y que sea el interlocutor único ante la Administración regional a la hora de planificar y plantear los proyectos de voluntariado que a todos nos interesan".

LA AYUDA OFICIAL A pesar de que la sociedad extremeña es muy solidaria, y cuenta con un movimiento asociativo importante, "por circunstancias históricas no hemos sido capaces de constituir la plataforma regional", según Campón. La Junta destina unos 480.000 euros anuales al movimiento voluntario, al que también presta "apoyo técnico y logístico".

La ley considera voluntario a toda persona que dedica de forma continuada parte de su tiempo libre a los demás, adscrita a una entidad que le proporciona una formación específica y un seguro, cuyo trabajo no es remunerado. En la provincia de Badajoz, Cruz Roja y Cáritas son las organizaciones que más voluntariado aglutinan, suman unos 4.000, por la diversidad y amplitud de los programas que desarrollan. Sólo Cruz Roja cuenta con 3.217 voluntarios.

El perfil nacional del voluntario es el de una persona menor de 35 años, mujer, y con estudios medios o universitarios, al que se suma el del voluntario mayor que termina su etapa laboral y desea aportar su experiencia vital. Sin embargo, en la provincia "hay muchos perfiles, en función de la formación de cada uno de ellos y de las exigencias de cada programa", según el coordinador de voluntariado de Cruz Roja, Damián Ramírez. "He visto a algunos con 60 años a los que su espíritu joven les impulsaba a trabajar con gente joven, y, al contrario, hay gente joven que se siente más próxima a colectivos mayores, hay de todo".

Según su experiencia, su labor no resulta demasiado costosa ni requiere mucho esfuerzo, sobre todo porque lo hacen de forma voluntaria. Pese a ello admite que tienen que restar tiempo a personas de su entorno o a otras actividades, sobre todo cuando son días señalados como en Nochebuena, u otros festivos.