Un total de 145 viviendas de la zona que hace cinco años inundó la riada siguen ocupadas por sus propietarios, según los datos aportados ayer por la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera. En la zona afectada de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que abarca 50 metros a partir del cauce, todavía hay 477 propiedades pendientes de expropiación, entre viviendas y locales; del total de viviendas, 62 están ocupadas por los dueños. De la zona de seguridad, que compete al ayuntamiento y por la que está pidiendo ayuda a la Junta, quedan 391 expropiaciones, de las que 83 viviendas están ocupadas.

La concejala negó que el ayuntamiento haya recibido de la Junta un disquete con los listados de las propiedades que tienen que ser expropiadas. Herrera mencionó "casos angustiosos" como un matrimonio joven que vive en la calle Francisco Morales, que en el momento de la riada estaba arreglando la casa y pidió un préstamo para la obra que aún está pagando. Otra familia de la calle Tirso Lozano Rubio de tres miembros con minusvalías pidió una vivienda en un bajo y la Junta no se la dio.

REPROCHES

La concejala convocó ayer a la prensa para contestar al consejero de Vivienda, Javier Corominas, por las acusaciones vertidas las últimas semanas. Herrera se quejó de que la Junta sólo ha invertido en 129 de las viviendas de la riada, porque el resto, hasta 570 que hizo la Administración regional, están en alquiler y son de su propiedad. También se quejó de las continuas críticas del consejero y le pidió que "deje en paz a Badajoz" porque siempre que viene "es para meterse con el alcalde".