La unidad de Cirugía Hepatobiliar marcó en diciembre un nuevo «hito» al alcanzar el trasplante de hígado número 200. La cifra sigue creciendo y hasta ayer se habían realizado 205, el último en este mes de enero. El consejero de Sanidad, José María Vergeles, recordó que esta unidad se acreditó en el 2007 y que, si bien los primeros años la media de trasplantes era de una decena al año, a partir del 2011 se produjo un aumento «significativo» de su actividad, alcanzando las 20 intervenciones de este tipo de media que se contabilizan anualmente.

El año pasado, se realizaron un total de 29 trasplantes hepáticos en el hospital Infanta Cristina, lo que representa una tasa de 26,8% por millón de habitantes, situando a la región por encima de la media nacional, que es de 24,9% trasplantes por millón de habitantes.

Para Gerardo Blanco, jefe del servicio de Cirugía Hepatobiliar, el hecho de haber alcanzado la media nacional, e incluso superarla, ha supuesto acabar con «déficit» que sufrían los pacientes extremeños con respecto a los del resto de España y, sobre todo, ha permitido que la cifra de personas que fallecían mientras estaban en lista de espera para ser trasplantados se haya reducido «drásticamente».

En este sentido, Blanco señaló que, si en los inicios de la unidad el paciente extremeño esperaba hasta 365 días para ser intervenido, siendo la tasa más alta del país, en la actualidad la espera es de 90 días, una cifra levemente inferior a la media nacional. «La probabilidad de fallecer de los pacientes que entran en una lista de espera de un año es casi de un 50%», apuntó.

En estos momentos, la lista de espera para someterse a un trasplante de hígado es de entre 10 y 12 pacientes de media, según los datos del jefe del servicio de Cirugía Hepatobiliar.