La totalidad del operativo del Servicio Municipal de Limpieza recogió ayer cantidades ingentes de basura acumulada en las principales calles de la ciudad con motivo del Carnaval. Unos 50 trabajadores, dos camiones de agua, otros dos compactadores, además de dos barredoras y dos baldeadoras, se emplearon a fondo desde las ocho de la mañana para devolver a la ciudad su aspecto normal para que continúe la fiesta.

Los operarios del servicio realizaban su trabajo cuando todavía había público en la calle bebiendo y bailando, lo que dificultaba su tarea. En la calle Zurbarán y en la plaza de España había música a esa hora.

El concejal de Limpieza, Antonio Avila, reconoció que hasta pasadas las doce de la mañana no se habían despejado algunas calles del casco antiguo de gente que salió a divertirse la noche anterior. Según explicó, el Servicio de Limpieza emplea todos sus recursos, tanto materiales como humanos, en los cuatro días que dura el Carnaval, "después de la fiesta se empezarán a dar los descansos", señaló.

La mayoría de la basura recogida, según Antonio Avila, son plásticos, restos de los botellones . "Es basura que pesa poco pero muy aparatoso el efecto visual". También lamentó el concejal que a pesar de haberse instalado este año urinarios públicos, la gente ha hecho sus necesidades en calles y portales.

Las bajas temperaturas y el mal tiempo no impidieron que miles de pacenses se echaran a la calle disfrazados la noche del sábado. No hubo incidentes graves, según la policía local, algunas peleas e intoxicaciones etílicas. También fue ayudada una mujer embarazada que intentaba sacar su coche para ir a un centro sanitario y el tumulto se lo impedía.