Pasaban las dos de la tarde y en la entrada del parque de Lusiberia se había formado ya una fila de niños que esperaban entregar su ficha para entrar, cuanto antes, en las instalaciones acuáticas y disfrutar del día en remojo.

El parque organizó ayer en colaboración con el Ayuntamiento de Badajoz una fiesta infantil con entrada gratuita para niños con edades entre 8 y 12 años, aunque los había más pequeños y mayores, "por la picaresca, es difícil precisar las edades y la altura", comentaba el director, Carlos Asesio. Se habían repartido 1.500 invitaciones y acudieron más de un millar. Algunos pequeños estaban acompañados por sus padres, que pudieron entrar, pues el parque estaba abierto al público.

Para mayor control de los niños, en la invitación que entregaban ponían el nombre de la persona responsable y el número de teléfono donde localizarla, y un número que también coincidía con el que cada pequeño llevaba en la muñeca. Más de 40 monitores controlaban a lo largo de todas las instalaciones que los pequeños no corriesen ningún riesgo y los silbatos no paraban de sonar.

Hacia las siete de la tarde empezaron a llegar los primeros padres a recoger a sus hijos. Según Carlos Asesio, la jornada había transcurrido según lo previsto, sin incidentes. Anoche al menos mil niños de Badajoz debieron caer rendidos en la cama.