La Catedral de Badajoz se llenó ayer por la tarde con más de un millar de devotos que recibieron a la Virgen de Bótoa, que procesionó desde la iglesia de San Agustín, por las calles del Casco Antiguo, provocando momentos de verdadera devoción entre los fieles que la seguían o la esperaban.

Una de las imágenes más emotivas fue el instante en el que las hermanas Descalzas abrieron la verja que las mantiene en clausura dentro de la iglesia, para que la Virgen entrase en su espacio. La superiora no recordaba cuándo fue la última vez que esta congregación pudo ver a la patrona del campo, porque cuando vino a Badajoz en 1954 la Virgen de Bótoa no entró en su iglesia. Hay monjas que jamás la habían visto, porque no han podido salir de su convento y la Virgen ha permanecido en su ermita.

CON LA CORPORACION

La imagen llegó la ciudad el pasado domingo y no vino a pie, como lo hizo por última vez hace 49 años. Tres días ha estado en la iglesia de San Agustín, de donde salió ayer a las seis en punto de la tarde, a hombros de sus costaleros y acompañada, esta vez, de buena parte del equipo de gobierno municipal, así como por la banda de música Maestro Gaby. Aplausos a la salida y al llegar a la ermita de la Soledad, donde las dos patronas se colocaron frente a frente, como ocurrió el domingo anterior.

La procesión siguió por la calle Francisco Pizarro, hasta las Clarisas Descalzas, siguió por Juan Carlos I, sin tráfico, la calle Obispo y hasta la catedral, donde también entró puntualmente según lo previsto, a las 19.20 horas, para que diez minutos después empezase el rezo del Rosario y el triduo, que continúa hoy y mañana, a las 20.00 horas.

En la plaza de España se incorporó el arzobispo, Antonio Montero, aparentemente recuperado de su operación. Monseñor Montero dio la bienvenida a la Virgen de Bótoa, ya instalada en el altar mayor y calificó el momento de "particular intensidad y fervorosa devoción". "Esta catedral se llena de gozo de tenerla aquí", comentó el arzobispo y alabó la iniciativa de la Hermandad de Nuestra Señora de Bótoa y de su capellán.

El regreso de la patrona está previsto el sábado, después de la misa de las nueve de la mañana. A las 9.45 horas volverá a salir en procesión por la calle del Obispo, plaza de San Atón, San Francisco, Vasco Núñez, Ramón y Cajal hasta Puerta Palmas, donde el alcalde quiere hacer un acto de desagravio y le devolverá las 15 pesetas que hubo de pagar en 1931. En Cuatro Caminos, la Virgen subirá a un camión de la base de Bótoa que la llevará a su ermita.