Los alumnos de Medicina comenzarán el curso fuera de su facultad, como ya anunció el rector de la Universidad de Extremadura (Uex), Segundo Píriz, que estudia con el decano, Juan Manuel Moreno, cómo realizar el traslado para dejar vacío el inmueble con el fin de que comiencen las obras de rehabilitación --dado su estado ruinoso, que entraña riesgo para las personas--, cuyo proyecto ultima la Junta de Extremadura y supondrá darle más espacio, mejor aprovechado y también un cambio estético, pues mejora su aspecto interno y externo.

La Uex repartirá a los 1.600 estudiantes de las tres titulaciones que imparte la facultad entre una planta del Area de Docencia del Hospital Infanta Cristina; la Escuela de Ingenieros, el Instituto de Investigación --aún por recepcionar--, estos dos se ocuparían temporalmente; y los edificios anexos de la propia facultad, según ha podido saber este diario.

El centro requiere que el 1 de septiembre esté vacío el edificio para que se inicien los trabajos. También las de otra planta del Infanta Cristina, con la que una vez habilitada, los alumnos de tercero a sexto de Medicina se ubicarán en estas dos plantas de forma definitiva. Así, ni alumnos ni profesores tendrán que salir de un edificio para ir al otro --facultad y hospital-- y podrán desarrollar su labor docente y asistencial ganando tiempo, comodidad y eficiencia.

En la planta que ya está en uso en el hospital, junto al salón 'Guadiana' hay un aula para 140 alumnos y dos seminarios para 60 cada uno. La reforma de la segunda planta, cuyo proyecto está pendiente de licitar, supondrá la inversión de unos 800.000 euros, con un plazo de ejecución de un cuatrimestre, según las fuentes consultadas. Y una vez terminada, se dispondrá de dos aulas de gran capacidad, tres seminarios, biblioteca compartida con el hospital, 10 despachos de profesores y zona de vestuario para alumnos.

2.600 METRO EN EL INFANTA Con las dos plantas, la facultad dispondrá de unos 1.500 metros cuadrados en una planta y 1.000 en la otra para acoger a los 600 alumnos de los cuatro cursos clínicos de Medicina.

Paralelamente, debe iniciarse la reforma, adecuación y ampliación de la sede actual, un edificio de unos 9.000 metros cuadrados --más 4.500 de los anexos--, que Medicina --cuyos primeros cursos se impartieron en el edificio del antiguo rectorado-- ocupó de forma provisional, pues se hizo hace 40 años para albergar Ingenierías Agrarias en un momento en que se pensó en llevar este centro al campus. De hecho, su estructura está pensada para albergar maquinaria agrícola.

Lo cierto es que Agrarias se mantiene en el complejo de la carretera de Cáceres, y Medicina sigue donde está. Así mismo, hace 10 años se decidió hacer un nuevo edificio y se pararon las inversiones en mantenimiento del actual, lo que ha llevado a una situación de riesgo.

Además, cuando se abrió el Infanta, como hospital universitario, había aulas y despachos para profesores que se utilizaron hasta que la necesidad de espacio los hizo desaparecer. En 2007, se firmó un convenio para la cesión de la parcela y que el SES asumiera la construcción del edificio en tres años. Se terminó el proyecto, pero no se llegó a licitar.

Entonces Medicina acoge Enfermería --y la escuela del SES tras su fusión más tarde-- y Fisioterapia.. En 2012, el decano y el rector se entrevistaron con el presidente regional, que les dijo que no tenía y no gastaría 25 millones en el nuevo edificio, que había que buscar otra solución. Luego se habló del antiguo hospital provincial, descartado por la facultad y cuya remodelación costaría más que el edificio nuevo, entre 25 y 30 millones según fuentes consultadas.

Mientras, la facultad sigue funcionando con el salón de actos cerrado, instalaciones en riesgo de colapso --los cuadros eléctricos deben ser los primeros que se instalaron--, escaleras deterioradas, goteras, la techumbre de uralita, como un depósito interior, por lo que contienen amianto, deficiencia que se pueden ver, pero que no son las únicas.

PROYECTO, A PUNTO Ya entonces parece claro que la solución pasa por el proyecto actual, ocupar las dos plantas del Infanta y rehabilitar y remodelar el edificio existente para albergar a los alumnos de primero y segundo de Medicina y a parte de Enfermería y Fisioterapia, cuyo proyecto está a punto de concluirse con un coste que puede estar en torno a los siete millones de euros y con un plazo de ejecución de un año.

El mismo contempla la conversión del salón de actos en dos plantas útiles, ampliar el salón de grado al doble de su capacidad, ampliar las torreta existentes para hacer una tercera planta sin aumentar la altura del edificio, cuyo aspecto cambiará para ofrecer una imagen actual mediante su revestimiento de placas similares a las de la delegación de Hacienda, aptas para la eficiencia energética del mismo al proporcionar aislamiento término.

Por otro lado, hoy se reunen los consejeros de salud y de Educación con el rector y el decano para resolver la situación de la facultad.