El concejal de Medioambiente --Limpieza y Parques y Jardines--, Antonio Avila, hizo ayer una llamada desesperada a los vecinos para que colaboren en la erradicación, o al menos poner freno, al vandalismo, cuyas consecuencias suponen un aumento cada vez mayor de recursos, trabajo, tiempo y dinero. Avila no cuantificó los daños causados por "los desaprensivos que destrozan el patrimonio", porque lo importante no es tanto el dinero como la falta de civismo y que hay que concienciar a los pacenses de que esto no se puede mantener así de forma ilimitada".

El edil se mostró "indignado" con quienes no respetan parques, plazas y jardines, las plantas, los juegos infantiles o los monumentos y pidió a los pacenses que denuncien "los actos vandálicos cuando los vean", convencido de que solo creando una conciencia cívica activa podrá frenarse el efecto de tanto acto vandálico, como los perpetrados la semana pasada.

La realidad es que a poco que se reponen las papeleras, se arregla una valla o se renuevan las plantas y los elementos de los jardines y de los juegos infantiles, los vándalos lo vuelven a destrozar, al día siguiente. "Lo arreglas por la mañana y esa misma tarde vuelven a destruirlo. Esto es decepcionante", según Avila.

El responsable de Medioambiente se niega a dirigir una concejalía de actos vandálicos "de individuos que hacen daño por placer", como los ocasionados en los columpios de Santa María de la Cabeza, que se han arreglado cinco veces y no duran dos días.

DERECHOS DE LOS VECINOS Recientemente se han derribado los letreros de ´Perros no´ junto a todos los columpios. Se instalan y por las tardes aparecen en el suelo. En la UVA, donde se acababan de reponer cientos de plantas, la mañana de ayer amanecieron pisoteadas y esparcidas por el suelo de la plaza. Una vecina inquirió al concejal que por qué se gasta dinero en el barrio si nadie lo respeta. Avila señaló que los vecinos del barrio tienen el mismo derecho que los demás, pero ya no se podrán reponer, porque no tengo presupuesto para ello.

Asimismo, se ha instalado un pipí-can en Luis de Morales y los perros defecan en la plaza. Cuando no ocurre como en la plaza Gabriel Montesinos, en El Fuerte, donde en el momento en que un operario instalaba un cartel de ´No defecar perros´, un perro acompañado por su dueño se hacía pipí en las botas del trabajador, según explicó el concejal.

Avila recordó que las papeleras y bancos de forja no se pueden soldar y cuando se rompen, ya no valen. "Sé que esto pasa en todas partes, pero yo apuesto por mi ciudad", dijo. E insistió en que los vecinos deben llamar la atención a quienes dañen el patrimonio, a quienes sacan a defecar al perro fuera de los espacios adecuados, a quienes sacan la basura por la mañana, o pintan edificios. Y hablaba "de personas de todas las edades".

El concejal, que recordó la inversión y las veces que se ha reconstruido el parque de La Viña y el incendio del parque de Las Vaguadas, prometió: "Yo no voy a desistir en mi empeño de que Badajoz sea una de las ciudades más limpias, pero se requiere educación y que los vecinos se comprometan".

Preguntado sobre el coste que suponen estos daños a las arcas públicas, Avila no facilitó ese dato, pero sí indicó que el equipo de trabajadores dedicado a reparaciones, una cuadrilla de 13 operarios, "la semana pasada se dedicó al 100% a reparar estos desperfectos, y normalmente les ocupa el 90% de su trabajo".