El medioambiente unió ayer a más de 40 niños de diferentes culturas en un campamento urbano intercultural que se celebró en el parque de Castelar, organizado por la asociación ecologista Adenex.

Los pequeños, algunos de ellos de países del Este y otros musulmanes, aprendieron a aceptar las diferencias a través del medioambiente. Así conocieron la biodiversidad de ecosistemas extremeños, y de ecosistemas de otros países, por medio de dibujos realizados por ellos mismos.

También conocieron los beneficios de las energías alternativas mediante una cocina solar y una placa fotovoltaica, aprendieron a reciclar con los restos de su desayuno, y compartieron juegos populares. Esta actividad está subvencionada por la Junta de Extremadura.