Los principales problemas a los que se enfrenta la dirección de la estación de autobuses de Badajoz siguen siendo la mendicidad y la práctica de sexo en los aseos, según reconoció su director, Pedro Botello. Ambas cuestiones suscitan las quejas de muchos viajeros que en ocasiones se sienten presionados por las personas que piden dinero en las instalaciones o incómodos cuando observan ciertos comportamientos en los baños de caballeros. "Esos son los problemas que tiene la estación de autobuses, pero no de inseguridad", apuntó Botello.

El director expuso la preocupación que suscitan en la empresa estas prácticas, pero también la dificultad para acabar con estas prácticas, a pesar de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado --fundamentalmente de la Policía Nacional visitan de manera intermitente las instalaciones--. "Nosotros solo podemos llamar la atención, pero no podemos echarlos; eso solo puede hacerlo la policía", recalcó. Botello reconoció que contratar seguridad privada las 24 horas del día tendría un coste inasumible para la empresa y argumentó que estos vigilantes tampoco podrían hacer mucho más que el personal de mantenimiento.

"No se puede criminalizar a las estaciones de autobuses por esto, porque ocurre en todos los sitios donde hay público de forma permanente", añadió.