Las academias de la ciudad reducen a la mitad, y en algunos casos más, el número de alumnos en la temporada estival con respecto al que es habitual durante el curso académico.

Los centros de enseñanzas ven como sus clases quedan reducidas a un escaso número de alumnos, academias que pasan de 600 a 300 asistentes, como en el caso de la Academia Valverde, o como la academia Torrente Ballester, que de unos 600 alumnos que tiene durante el año, ve como en verano tan sólo acuden a preparar sus exámenes una quinta parte, entre 100 y 200.

Las academias se centran en los alumnos de Secundaria, Bachillerato, universitarios y opositores durante todo el año. En verano, "los opositores se toman unos días de descanso y nos dedicamos en la mayor parte a preparar recuperaciones para Bachillerato", así lo dijo a EL PERIODICO José Manuel Parejo, director de Torrente Ballester.

Rafael Feijo Blanco, director de la Academia Valverde, asegura que la culpa de la disminución de alumnos la tiene la reforma educativa, "ahora en verano los alumnos de la ESO no tienen que venir, las recuperaciones son en junio y no en septiembre, perjudicando el funcionamiento en verano".

Ana Sopa, profesora de letras en la Santo Domingo, dijo que "a mediados de agosto volverá a subir el número de alumnos".

Los centros ofertan diversas posibilidades a la hora de impartir las clases; dependiendo de la asignatura variarán el horario e incluso, como en el caso de una de las academias de Badajoz, que te prepara para un examen con fecha y hora fijados, si dicho examen se suspende, existe la posibilidad de dar clases de repaso o apoyo gratuitas para la próxima convocatoria, con el fin de obtener mejores resultados.

El problema también afecta a los empleados, puesto que si reduce el número de alumnos, también lo hará la plantilla de trabajadores de los centros. La media de profesores varía según la academia, con un límite de alumnos por profesor que suele rondar la ratio de entre 10 y 15, según los casos.