Tras varios meses de desencuentros, el Ayuntamiento de Badajoz y los vendedores ambulantes alcazaron ayer un acuerdo sobre el mercadillo de los martes: se trasladará al antiguo ferial respetando su diseño actual.

La decisión llegó después de que más de un centenar de vendedores, que no instalaron sus puestos en La Paz, se echasen a la calle para protestar por los planes municipales para el recinto del mercadillo de los martes y recriminar que no se hubiesen estudiado sus propuestas antes de la aprobación en pleno de la nueva ordenanza municipal como "se había comprometido" el alcalde, Miguel Celdrán.

Los manifestantes se apostaron primero frente al ayuntamiento, para después subir hasta la plaza Alta, donde se estaba celebrando la reunión del Consejo de Grandes Ciudades. Fue entonces cuando se les comunicó que el portavoz del equipo de gobierno, José Antonio Monago, recibiría a dos representantes.

El encuentro se prolongó durante dos horas, tiempo en el que, según anunciaron al término de la reunión, fue suficiente para dar una solución intermedia al conflicto que el gobierno local y los vendedores mantenían abierto por la superficie y distribución del nuevo recinto. El mercadillo ocupará el terreno previsto por el consistorio, unos 14.400 metros cuadrados, pero los puestos se distribuirán en calles lineales como reclamaba el colectivo de la venta ambulante.

TRASLADO "Vamos a trasladar prácticamente lo que hay el martes, tal y como está configurado ahora, a la nueva ubicación, ni más metros, ni menos metros, básicamente los mismos", explicó Monago.

Ambas partes se mostraban ayer satisfechas, incluso los vendedores con puestos de tres metros que, aunque confiaban en incrementar las dimensiones de los mismos, han creído conveniente aceptar el acuerdo "en beneficio de la mayoría", según explicó Vitoriano Silva, uno de los portavoces del colectivo.

"Prácticamente solo se cambia el sitio del mercadillo y, aunque los puestos de tres metros se mantienen, mejora su ubicación", defendió Antonio Salazar, representante legal de los vendedores y una de las personas que participó en el encuentro con Monago.

El acuerdo alcanzado es "verbal", aunque los afectados expresaron ayer su confianza en la palabra del portavoz del equipo de gobierno. "Ya nos han engañado una vez --recordó Salazar en referencia al compromiso de Celdrán--, pero ahora se ha comprometido con nosotros y lo ha confirmado a los medios de comunicación, así que confiamos en que se cumpla", dijo.

El representante de los vendedores reconoció que al colectivo le había "costado mucho" alcanzar este acuerdo que "beneficia a la mayoría" y se mostró dispuesto a "reconducir" las relaciones con el concejal de Mercados, Alberto Astorga.

Por su parte, Monago explicó que inicialmente se negó a recibir a los vendedores porque "no se puede estar silbando y hablando a la vez", por eso, los invitó a solicitar una reunión por escrito. No obstante, según señaló, alertado por la policía local de la tensión que se estaba generando en la plaza Alta entre manifestantes y las fuerzas de seguridad había decidido atender su petición. El portavoz del gobierno insistió en que el colectivo estaba de acuerdo con la ordenanza que se ha aprobado y que las discrepancias se ceñían a la superficie y distribución del mercadillo, que con el acuerdo alcanzado ya parecen estar resueltas.