Acaba de sacar adelante el presupuesto de la Diputación de Badajoz para 2018, con lo que entra en la recta final de su primer mandato como presidente de la institución. Miguel Ángel Gallardo, 43 años, diplomado en Educación Social, alcalde de Villanueva de la Serena desde 2003, otorga los valores de credibilidad y transparencia al ejercicio de una política socialdemócrata y socialista mayoritaria en la provincia. En esta entrevista repasa la labor realizada, lo que supone el presupuesto del 2018 y confía en finalizar con la visión de una buena gestión que suponga la mejora de la vida de las personas.

-Ha sacado adelante el presupuesto de 2018, el más ambicioso de la institución. ¿Qué destaca una vez aprobados?

-No es tanto que se superen por primera vez los 200 millones de euros, que también, sino que los euros se destinan a mejorar la vida de la gente en el ámbito rural, a generar oportunidades en los pueblos para evitar el despoblamiento, que no solo se da en el ámbito rural, también en las ciudades. Además, es importante la política de coordinación de la Junta de Extremadura, con un plan especial de empleo; en infraestructuras, en la política asistencial, entre otras.

-¿Hay riesgo de cerrar pueblos por falta de jóvenes o servicios?

-La despoblación puede cerrar los pueblos, pero nuestro objetivo es evitarlo. Como proyectos provinciales, este 2018 recoge algunos innovadores que a medio plazo tendrán un impacto esencial. Por un lado el plan de lucha contra la exclusión financiera, que aquellos municipios que han perdido la entidad que tenían, la única, que coincide con Caja Badajoz. Se trata de que los vecinos y quienes quieran hacer turismo en esos municipios dispongan de ese servicio. También está el plan Smart Provincia, que va a revolucionar tecnológicamente las oportunidades en los pueblos, que hoy no están tanto en las comunicaciones terrestres, con una red provincial de carreteras extraordinaria, sino en lo digital. Puedes constituir una empresa en La Castellana de Madrid o en Montemolín, siempre y cuando tengas las mismas comunicaciones, y para eso se necesita una red de banda ancha y un plan como el de Smart que posibilite que empresas y ciudadanos tengan las mismas oportunidades. Finalmente, está dotar a la provincia de una red de electrolineras a no más de 35 kilómetros de distancia entre ellas, y de carga rápida, que ahí está el matiz y la novedad, que en 15 o 20 minutos uno pueda cargar tu coche y todo ciudadano pueda disponer de coche eléctrico para desplazarse.

-Este presupuesto abre el último tramo de la legislatura. ¿Qué balance hace y cómo finalizará?

-Encontré una diputación con las cuentas muy saneadas, avanzada. Es cierto que en estas condiciones puedes tenerlo más fácil, pero hemos enfocado el trabajo a que esa raíz llegue a todos y cada uno de los municipios, que sea un gran paraguas para proteger al mundo rural de las inclemencias que soporta, que son muchas. Hemos avanzado mucho en lo tecnológico, en servicios esenciales como residuos y agua, hemos ampliado la red de Promedio a la práctica totalidad de municipios y hemos hecho un proyecto de provincia, de forma que ningún municipio quede excluido de los servicios que presta la diputación. ¿El final? Con los deberes hechos en lo que comprometimos al inicio de la legislatura creo que acabaremos bien.

-La relación con la oposición ¿era más cordial o de más entendimiento en otros mandatos?

-Creo que ahora es muy cordial. Yo dije desde el inicio que venía a hacer política y desde una perspectiva que ha sido mayoritaria en la provincia, socialdemócrata y socialista. Con esa perspectiva, la relación no ha sido mala, ha sido cordial pero con una gran diferencia ideológica que se ha puesto de manifiesto a la hora de determinar hacia dónde van las políticas. Ahí sí hay una gran diferencia y eso es bueno para la democracia; la fortalece y aumenta la transparencia en la gestión porque hay una oposición que controla.

-¿Y existe ese control?

-Que la oposición sea floja no es culpa del presidente ni del gobierno. Intentamos hacer una gestión justa para todos los municipios. Yo no trato a los alcaldes como sí los trató el gobierno de Monago, diferenciando entre los míos y los de otros partidos. Los alcaldes se sienten perfectamente tratados y la mayoría de sus reivindicaciones son satisfechas. Los ciudadanos no pertenecen a los partidos, eligen la opción que quieren para gobernar. Dicho esto, la diputación tiene una oposición que entiendo es floja y dividida.

La vida de Badajoz

-La diputación está muy presente en la vida de Badajoz capital. ¿Puede mejorar? ¿Depende de la relación con el ayuntamiento?

-La diputación ha sido siempre muy discreta en Badajoz, pero gran parte de la cultura de la capital la genera la diputación con el Muba, los conservatorios, la participación activa en el Consorcio del López de Ayala y la Escuela Adelardo Covarsí. Mas entendemos que el protagonismo corresponde a su alcalde y su ayuntamiento. Lo que no siempre se ha visto correspondido por el alcalde y el ayuntamiento, que a veces han tratado con displicencia a la diputación, cuando realmente genera euros en Badajoz. Nosotros tenemos un alma eminentemente rural, pero entendemos que debemos contribuir a la sociedad de los municipios grandes y especialmente donde está nuestra sede. Un claro ejemplo es el hospital provincial y su rehabilitación, en el que la lealtad de la diputación y el ayuntamiento está siendo esencial para que el proyecto sea una realidad.

-¿La relación con el ayuntamiento es entonces mejorable?

-La verdad es que sí, porque cuando un alcalde dice por la mañana que tiene una relación extraordinaria con el presidente de la diputación y por la tarde lo insultan, difícilmente las relaciones puedan ser las mejores posibles. Por mi parte, en lo personal tengo una buena relación y en lo institucional pretendo ser leal con la ciudad de Badajoz. Respeto profundamente a sus representantes. Nunca escuchará de mí un insulto al alcalde de Badajoz. Allá él cuando dice que el presidente es dictatorial y otras cosas.

-Se identifica a la diputación con el ámbito rural y en menor medida con Badajoz capital. ¿Eso puede cambiar?

-Aquí se encuentra el cuerpo de funcionarios que trabaja en el ámbito rural. Si la diputación funciona como funciona es gracias a ese cuerpo, que hace lo posible desde Badajoz. La diputación tiene que estar en Badajoz, ciudad de referencia de la provincia, y desde aquí aportar soluciones al mundo rural, como con la construcción de los centros de desarrollo. En estos momentos somos la diputación más avanzada.

-¿El hospital provincial es un elemento de inclusión o confrontación? ¿Qué contenidos más puede albergar? ¿Cuándo se iniciará la obra?

-De inclusión, porque permitirá que Badajoz mejore su comercio y su oferta; y de esperanza para el comercio del centro, que ha sufrido en los últimos años como consecuencia de otros modelos y la disminución de clientes. Lo que aporta el hospital provincial es una mayor oferta y algo diferencial. Tiene la doble función de mejorar la ciudad y permitir que los ingresos por la actividad que se genere vayan al mundo rural. Es un proyecto que cuando se conozca la gente lo va a entender como algo muy positivo. En pocos años veremos una ocupación total. Ya solo con la actividad comercial y lo que la Junta propone está al 50%; quedaría la parte que no tiene protección y estoy convencido de que se rellenará cuando se inicie la actividad. Siempre he entendido este proyecto a largo plazo. Estamos pendientes de que el pleno municipal apruebe definitivamente el estudio de detalle y cuando estén pediremos la licencia. He tenido la oportunidad de hablar con el alcalde y me consta que hay convicción por ambas partes de que el proyecto tiene que salir adelante.

Hacer política

-¿Decía antes que ha venido a hacer política, considera usted su mandato más político que los de anteriores presidentes?

-No puedo valorar otros mandatos en los que no he estado como diputado y soy alcalde de una población de más de 20.000 habitantes, donde las políticas de la diputación llegan con menos intensidad. Aún así, esta institución ha sido gobernada por diferentes presidentes de mi partido, que han hecho una labor extraordinaria y si han sido más o menos políticos, lo valorarán los ciudadanos. El listón era alto porque era gente muy comprometida. Lo que sí es verdad es que a mí la derecha me ha dado menos tregua. ¿Por ser más o menos político? No lo sé. La derecha más rancia del PP me ha dado menos tregua, al menos en el día a día.

-¿Considera, hoy, más o menos necesarias las diputaciones que al inicio de la legislatura?

-Cuando se inició este debate, fundamentalmente por parte de Ciudadanos, un partido eminentemente urbano, que no se ha desplegado aún en el territorio rural, uno lo vio con consternación porque se dejaba fuera a una parte de la sociedad que vive en los pueblos y quiere seguir viviendo en los pueblos. Soy alcalde de una población de más de 20.000 habitantes y no soy sospechoso si digo que las diputaciones son imprescindibles. Los pies, los ojos, las manos del mundo rural están en las diputaciones. No quiero ni pensar qué ocurriría sin estas instituciones; una parte de los pueblos desaparecerían y la otra dejaría de ser como la conocemos hoy día. Habría una sociedad dual y desigual: ciudadanos de primera, con servicios, y de segunda, que no los tendrían en pueblos pequeños si no es por un esfuerzo compartido de todos los municipios.

-Ha criticado usted la rémora que suponen la Ley de Estabilidad y la Norma de Contención del Gasto, ¿Cuánto más podría resolver la institución sin ellas?

-Tendríamos 68 millones de oportunidades más, los 68 millones de euros que la diputación tiene en los bancos por estas normas y que no nos permiten gastárnoslos para generar empleo, empresas y oportunidades. Es una ley tremendamente dañina para el municipalismo en general y para el mundo rural en particular. Está hecha para enjuagar las cuentas del Estado y el déficit de las autonomías. Es injusta en cuanto a que lo que he ahorrado no lo puedo gastar. Muy lejos de lo que se dice de los ayuntamientos, que son despilfarradores, hemos sido ahorradores, cumplidores. No obstante, la diputación cumple todas las leyes de este país y ésta no va a ser una excepción.

-¿Cuánto se destinará este año a los distintos programas para municipios, tecnología, comunicaciones con la Smart Provincia, carreteras, Dinamiza para empleo y otros?

-Seis de cada diez euros van a esos planes y a proyectos provinciales; el resto, a cultura, educación y a la estructura para que eso funcione, una parte a trabajadores y trabajadoras, que también en ese ámbito hemos avanzado con la actualización de la RPT, reconocimiento de carrera profesional a los bomberos y otras medidas.

-Ha implantado el Día de la Provincia. ¿Mejorará la autoestima colectiva para adquirir un sentido de pertenencia conjunta?

-Desde las provincias debemos hacer región. El Día de la Provincia tiene como objetivo profundizar en eso, ayudar al proyecto regional, a crear identidad colectiva de extremeños con el objetivo de tener una sociedad más justa, equilibrada y que las personas vivan mejor. Ese día surge para reconocer a personas y entidades que han destacado, y para que sean un espejo en que nos podamos mirar para avanzar en el futuro; dar valor a la diputación, a lo que hace por el mundo rural y con énfasis en las personas.