Leli a sus 52 años se estrenó ayer como modelo de pasarela. No fue en la Madrid Fashion Weeck, ni en Milán, ni en Nueva York, pero estaba casi tan nerviosa como las grandes maniquíes. Sus primeros pinitos en el mundo de la moda los dio en el desfile de ropa de baño y lencería que organiza anualmente la delegación pacense de la Asociación Española Contra el Cáncer (AACC).

Hace seis meses que fue operada de cáncer de mama, pero no ha tenido reparos para tomar la decisión de lucir palmito a pesar de que le extirparon un pecho. "Me da un poco de vergüenza, aunque procuraré no mirar a nadie", comentaba Leli momentos antes de subirse a la pasalera. "Aunque después de los pasos que he tenido que dar, esto no va a ser más duro", reconocía.

Isabel, en cambio, tiene tablas en esta pasalera. Hace seis años que desfila y ayer contaba que tomó la decisión --apoyada por su hija-- para animar a otras compañeras de la asociación. "Subiéndote a la pasalera demuestras que puedes hacer una vida normal, que no hay problema en ir a la piscina o donde sea. A mí que me falte un pecho me da igual, lo que me preocupa es la enfermedad", explicaba.

"Son un ejemplo para las personas que padecen la enfermedad y, sobre todo, para aquellas que están más tristes, porque ven que se puede hacer frente a todo", explicaba la psicóloga de la AACC, Alicia Ramos. Las tallas no son lo importante en esta pasarela, a la hora de desfilar solo cuentan las ganas. "Es una manera de decir somos naturales y nos sentimos orgullosas de nuestro cuerpo aunque nos falte un pecho. Eso es un mensaje impactante", añadía Ramos.

Al desfile asistieron más de 150 personas, muchas de ellas familiares de las modelos que quisieron arroparlas en este día tan espacial. La presidenta de la AACC, Ana Rosas Murillo, agradeció la colaboración de las empresas que hacen posible que desde hace 9 años se celebre esta pasarela, con la que se pretende que las mujeres mastectomizadas se sientan guapas por dentro y por fuera.