En la piscina de La Granadilla, a pesar de hacer un calor abrasador y de que eran las 11.30 de la mañana, los niños ayer no se bañaban. La razón era la apertura de la Bibliopiscina, una iniciativa que ya lleva 7 años con éste y que cada verano aumenta su oferta de libros.

El funcionamiento es simple: junto a la piscina se encuentra un stand con libros variados y una amplia mesa para que los bañistas se sienten a leer, no sin antes entregar un objeto personal a cambio. Una vez que se ha leído lo que se desea, cada uno puede recoger su pertenencia.

El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, llegó puntual para inaugurar un verano más de piscina cultural. Señaló que cada año se incrementan los adeptos a la lectura en La Granadilla. El año pasado aumentaron la oferta de libros en un 50% y este año ya hay 1.000 libros que se renuevan cada 15 días. "En la piscina se echa mucho tiempo, y más con este calor, por eso la bibliopiscina es para uso y disfrute de los ciudadanos, porque me gusta que la gente esté instruida y documentada", aseguró el alcalde. Además, como novedad, está prevista una actividad diferente llamada el Biblioperiódico donde los niños aprenderán a elaborar noticias de prensa.

Los pequeños se agolpaban pidiendo libros "para buscar a Wally", cómics de Los Simpson y clásicos como Astérix y Obélix. Pero no sólo se repartían temas para los más pequeños, también para las adolescentes había magazines como Superpop, para los chicos revistas sobre coches y motos y para los adultos, revistas de decoración, cultura, belleza, informática o novelas que han sido premio Nadal o premio Planeta. La prensa diaria tampoco estaba excluida, aunque su préstamo está limitado a media hora; el resto de libros y revistas están disponibles hasta las 13.45 por la mañana y hasta las 20.15 por la tarde.

TRUEQUE

A la hora de realizar el cambio los niños dejaban horquillas del pelo, pulseras o mochilas y recibían su libro para leer, un bonito trueque que garantiza el cuidado del libro.

Al frente de la bibliopiscina se encuentra María Rodríguez, que llevaba toda la mañana entregando libros y periódicos. La bibliopiscina está todos los días abierta de 11.30 a dos de la tarde y de 17.30 a 20.30 horas. "En ese tiempo todo el que quiera puede pedir el libro que desee, si me da a cambio un objeto personal", explicó. La bibliopiscina es una manera de demostrar que no siempre la diversión está reñida con el aprendizaje y que, en cuestión de lecturas no hay edades.