Apenas unos minutos estuvo presente en el pleno el hasta ayer concejal popular José Antonio Monago, que ha dejado su puesto en el ayuntamiento para dedicarse a la presidencia regional del PP. Su renuncia fue el primer punto abordado del orden del día y el que fuera durante diecisiete años y medio concejal del ayuntamiento pacense, aprovechó para agradecer la "cooperación, el diálogo y el debate" al mismo tiempo que pidió disculpas "si alguna vez no he estado a la altura". Tras recordar también a los funcionarios que han trabajado con él,y a quienes han fallecido, quiso terminar aludiendo al alcalde: "Ha sido un lujo --dijo-- poder servir a la ciudad con un alcalde como el de Badajoz", sin mencionar su nombre. Celdrán le respondió con unas palabras muy formales y le deseó los mejores éxitos, tras lo cual Monago se levantó, abrazó a algunos compañeros, incluidos los de la oposición, y abandonó el salón de plenos. Una vez que la corporación ha tenido conocimiento de la renuncia, enviará el acuerdo a la Junta Electoral Provincial para que mande las credenciales del siguiente en la lista, Francisco Javier Gutiérrez, que tomará posesión en el próximo pleno.

En el misma sesión de ayer se dio cuenta también del cambio en la portavocía del grupo socialista, que ya ocupa Celestino Vegas, en el lugar de Francisco Muñoz. A punto de terminar el pleno, Vegas aprovechó el apartado de ruegos y preguntas para despedirse de Monago y desearle "lo mejor en lo personal y en la política, que sea lo mejor para Extremadura", así como se atrevió a preguntar al alcalde por el reparto de competencias en el equipo de gobierno, tras la marcha de un concejal, a lo que Celdrán respondió que "en su debido momento tendrán puntual conocimiento".

No terminaron ahí los gestos, pues Monago quiso entregar la medalla de concejal a la Virgen de la Soledad, a cuya ermita se dirigió con otros miembros de su partido.