El concejal de Aguas, Nicasio Monterde, afirmó ayer que la red de saneamiento no está en condiciones de soportar dos inviernos más, los que restan antes de las próximas elecciones municipales y que aunque cree que la puesta en marcha de un plan integral no tiene porqué suponer un coste político, el gobierno local tiene que tomar decisiones.

El problema, según reconoció, es que es una obra imperceptible a simple vista aunque en realidad supone un gran beneficio para los usuarios, dados los problemas que está causando la red en la actualidad. Si se adopta de decisión, Monterde aduce que, sea cual sea la fuente de financiación, el ciudadano será el que pague las obras, bien a través de un canon (ya paga ahora el de infraestructuras y por tanto se duplicaría) o vía impuestos, en el caso de que el ayuntamiento optase por pedir un préstamo.

El concejal señaló que el alcalde, Miguel Celdrán, es conocedor de la necesidad urgente de un plan de saneamiento, por las múltiples denuncias de los vecinos afectados por las continuos trastornos que provoca el mal estado de la red. En estos momentos el servicio municipal está elaborando un estudio que se culminará en 15 días y en principio, la inversión necesaria rondaría los 35 millones de euros. Monterde señaló además que este plan ya estaba contemplado en el 94 cuando se privatizó el servicio de agua y se estableció acometer en una segunda fase esta actuación. Recordó que hasta ahora sólo se ha realizado la primera fase.

En cuanto a la posibilidad de utilizar el remanente de cada ejercicio económico para financiar este plan, como defiende el PSOE, Monterde señaló que este superávit es "en teoría, ficticio", dado que incluye cantidades pendientes de cobro que puede que no se cobren al 100%. Además, comentó que con estos remanentes se están acometiendo otros gastos que también demanda la ciudad.

COSTES Respecto a las críticas del portavoz socialista, José Ramón Suárez, sobre los elevados costes del servicio, el concejal de Aguas afirmó que desde que se privatizó el coste se ha incrementado un 93,75%, no un 115%, como cifró el PSOE y esta subida incluye aquellos costes que la empresa concesionaria no puede controlar, como el pago a la Confederación Hidrográfica, que desde el 95 se ha incrementado más de un 102%, el 55,6% a la compañía eléctrica y el coste del personal, que ha subido un 64%, debido al incremento de las zonas urbanas de la ciudad.

En cuanto al aumento de las tarifas, dijo que no es cierto que hayan crecido un 89%, porque el PSOE compara tarifas que no son homogéneas. Monterde señaló que desde el 2000 el agua ha subido un 30,35%.