No pudo sobrevivir. Rocío Martín Gallego, de 24 años, falleció la madrugada de ayer en el hospital Infanta Cristina, como consecuencia de las graves lesiones que sufrió momentos antes tras caer de un sexto piso cuando, según los testigos, huía del incendio ocurrido en su vivienda, en el número 23 de la avenida Sinforiano Madroñero. El funeral estaba previsto ayer a las 16.00 horas, en la Parroquia de San Juan Macías.

El lamentable suceso ocurrió a las once de la noche del lunes, tal como informó ayer EL PERIODICO. En los primeros instantes, Rocío Martín sobrevivió al terrible golpe, aunque todo hacía pensar en el triste desenlace, debido a que presentaba lesiones traumáticas muy severas, según informó Cruz Roja. En el momento en que se produjo el incendio, en la vivienda también estaba su hermano, J. M. G., de 22 años, que sufrió intoxicación por inhalación de humos.

UN BRASERO Según informó ayer el servicio municipal de bomberos, tras la primera inspección del domicilio donde ocurrió el suceso y a la espera del estudio que realice el departamento de prevención, el incendio se inició en la sala de estar, pero el humo y las calorías afectaron a toda la vivienda. La causa probable fue un brasero que se encontraba debajo de una mesa del salón y de hecho la funda de la camilla y el sofá cercano estaban totalmente calcinados.

Al parecer, según las mismas fuentes, Rocío se encontraba en el cuarto de baño, se asustó del humo y optó por salir corriendo y saltar por la ventana. Todas las fuentes consultadas coinciden que en una situación extrema, como es la posibilidad de morir abrasado, el pánico impulsa reacciones insospechadas. Su hermano sí consiguió escapar de la vivienda.

TESTIMONIOS Testigos de lo ocurrido contaron que la joven tomó esa decisión presa de pánico, precipitándose contra la acera, salvando una pequeña terraza que se encuentra en la entreplanta del edificio, cuya barandilla quizá amortiguó la caída.

En un primer momento, la joven fue atendida en la misma calle por una enfermera, que estaba en un local cercano y, posteriormente, por un equipo médico del Servicio Extremeño de Salud (SES), que estabilizó su situación, mientras voluntarios de Cruz Roja y personal del centro de salud de la Paz atendían a su hermano. Además, voluntarios especializados en soporte emocional prestaron atención a la madre de los dos jóvenes, que sufrió una crisis emocional tras conocer la noticia. El triste suceso provocó ayer gran consternación en la ciudad.