El cadáver de una anciana, cuyas iniciales responden a M. R. D. U., de 84 años, fue rescatado ayer del canal de Montijo, en un punto intermedio entre las localidades de Novelda y Alcazaba, por el cuerpo de bomberos de Badajoz. La anciana, natural de Talarrubias, vivía desde hace años en la localidad pacense de Guadiana, a la que había llegado como colona, y en la que acabó desapareciendo bajo las aguas del canal, por causas desconocidas.

A las 13.40 horas, el Servicio de Bomberos de Badajoz recibía un aviso del 112, alertando de la presencia del cuerpo de una mujer flotando en las aguas del canal de Montijo a su paso por el municipio de Alcazaba. Rápidamente se personaron en el lugar de los hechos, rescatando el cuerpo sin vida de la anciana en el kilómetro 30 del canal entre los municipios de Novelda y Alcazaba. Para entonces no se pudo hacer nada por la mujer, que murió ahogada y fue arrastrada por la corriente.

El cuerpo de la mujer yacía en el agua, con algunas contusiones en la cabeza, presumiblemente producidas por los golpes que se pudo provocar con los márgenes de hormigón del canal, al ser arrastrada por la corriente.

Horas antes, la chica que frecuentemente visitaba a la anciana, adivirtió su ausencia al realizar la visita rutinaria; y al ver que no estaba, avisó a su hijo, de 54 años, que sin perder tiempo se lanzó a la búsqueda de su madre por toda la localidad.

La búsqueda quedó truncada cuando el hijo encontró las zapatillas y el bastón de la anciana a las orillas del canal, a la altura del cementerio municipal de Guadiana. Y temiendo lo peor, dio inmediatamente parte a la Guardia Civil del municipio, que fue la encargada de llevar el caso y que no tardó en emprender el rastreo de la zona, hasta dar con el fatídico desenlace.

El cadáver de la mujer fue arrastrado rápidamente corriente abajo por las aguas del canal, ya que, en apenas tres cuartos de hora, el cuerpo recorrió una distancia aproximada de tres kilómetros. Ya en el lugar de los hechos, familiares de la víctima se daban cita, una vez extraído el cadáver del agua por los bomberos, intentando dar una explicación a lo ocurrido.

Finalmente, una vez retirados los bomberos y ya sin poder hacer nada, familiares y agentes de la Guardia Civil del cuartel de Guadiana esperaron, resignados, la llegada del juez para el pertinente levantamiento del cadáver.