El barrio de Suerte de Saavedra vivió ayer una tragedia familiar, como consecuencia de un accidente de circulación; la segunda en pocos días que ocurre en Badajoz tras el accidente cerca de Gévora que costó cuatro muertos. El joven F. J. P. V., de 22 años y sin carné de conducir, se estrelló con el vehículo que conducía --un VW Golf GTI con matrícula de Barcelona y color azul oscuro-- contra un quiosco de prensa y chucherías de la avenida Antonio Hernández Gil. El resultado del choque fue una mujer muerta y otras dos heridas de diferente consideración.

ANCIANA El hecho ocurrió hacia las dos de la tarde, cuando el citado vehículo entró a gran velocidad en la avenida. El conductor perdió el control y fue a estrellarse contra tres mujeres que se hallaban delante del quiosco, propiedad de Luis Antonio Benavides Reyes. Su abuela de 85 años, Josefa Sánchez Santiesteban, falleció. Su hija, Francisca Reyes Sánchez, de 55 años resultó herida de gravedad. La otra herida, vecina de las primeras, se llama Rafaela.

La anciana quedó enterrada bajo los restos y mercancías del quiosco, por lo que tuvo que ser rescatada de entre los escombros, ya cadáver. Las otras dos mujeres quedaron fuera y fueron trasladadas al Hospital Perpetuo Socorro en coches particulares. La víctima mortal fue trasladada en un coche funerario, por orden judicial, a Necropsias del Hospital Infanta Cristina.

La policía local, que llegó de inmediato con los bomberos, se encontró al conductor en el lugar del suceso, donde se le identificó y se supo que carecía de carnet. Los vecinos comenzaron a congregarse enseguida en el lugar y muchos de ellos increparon al joven, por lo que los agentes optaron por trasladarlo a comisaría, donde se le tomó declaración, se le hizo un control de alcoholemia que dio negativo y se le puso a disposición judicial. El vehículo tenía seguro, pero no se aclaró su propiedad.

Los vecinos y familias de las víctimas recogieron los productos esparcidos por el suelo, junto a lo que quedaba del quiosco derribado. El dueño y familiar de las víctimas explicó que el negocio lo regentaba su padre desde hace 20 años, luego su madre y ahora él, que ayer lo vio todo porque estaba cerca del lugar. "Todo fue muy rápido, vi el coche que cogió la curva flechado y se fue contra unos contenedores y luego contra ellas y el quiosco", señaló. Ayer no pudo hacer aún una estimación de las pérdidas.

Los vecinos se quejaban de que en el barrio "esto es lo habitual, van a 100 por hora, o más por esta avenida, y no ven ni a los niños ni a nadie", manifestaban dos de ellos.