El muro inhóspito situado enfrente del colegio público Santa Engracia, que da entrada a los Colorines, acaba de incorporar la alegre huella de los niños del barrio, que han participado de forma entusiasta en una actividad artística consistente en convertirlo en un gran mural, con el apoyo de su profesor de plástica, el escultor y pintor José Manuel Gamero Gil.

La actividad se inició con el recorte de las plantillas de cartón. Se hicieron diez figuras que son las siluetas de diez niños que se tumbaron en el suelo para simular sombras danzarinas. El día que las confeccionaron, había en Santa Engracia alumnos del colegio los Glacis, que también participaron. Una vez recortadas, pegaron esas figuras de cartón, rellenaron el hueco con sprays de colores y las siluetearon en blanco. Además, las plantillas resultantes serán decoradas ahora por los alumnos de Infantil, de forma que en el proyecto participan los niños de todos los cursos, pues el muro ha sido pintado por alumnos de primero a sexto de Primaria. Se trata una actividad «grupal». Gamero Gil señala que además el mural se ha pensado como «una idea abierta» a la que se irán incorporando nuevos dibujos. Las figuras aparecen jugando y bailando, por lo que se le ocurre que se podrían pintar notas de música o sumar más colores. El profesor de plástica sabe que los niños han disfrutado porque «son muy entregados», a pesar de que ellos creen «que no sirve para nada porque no lo va a ver nadie; pero ahora que se va a publicar, lo verán miles de personas y es bueno que ellos vean que se interesan por sus actividades».

Los alumnos de Santa Engracia reciben clases de plástica y de danza gracias al programa europeo Integr-Arte para la integración del alumnado a través de la cultura, surgido a partir de la iniciativa Mus-e de la Fundación Yehudi Menuhin (Fyme).