El Museo de la Catedral lleva más de un año cerrado por problemas de humedades, pero la intención de sus responsables es que reabra totalmente renovado. En estos momentos se está buscando financiación para materializar un ambicioso proyecto que permitirá su ampliación, modernización y la puesta en valor de sus fondos, no solo a través de salas temáticas, sino utilizando otros espacios del templo como pueden ser sus naves, el claustro o el coro.

«No queremos que sea un espacio donde se contemplen al uso una colección de piezas, sino que el visitante tenga una experiencia», explicó Juan Román, director del museo catedralicio. Por ello, la musealización de la catedral se abordará desde un punto de vista «novedoso», que permita descubrir el significado de la institución desde el siglo XII tanto en el ámbito religioso, como en el social, educativo, musical y de asistencia a los necesitados.

El Museo de la Catedral pasará de 571 metros cuadrados a más de 736 en lo que se refiere a las superficie de salas (al menos se crearán dos más) y se habilitarán distintos rincones de interpretación. Además, se contará con un espacio de uso didáctico de 30 metros cuadrados y se utilizarán como espacios expositivos el claustro y el jardín interior (728 metros cuadrados).

EXPERTOS / En cuanto a las salas temáticas, la propuesta, que han elaborado un equipo de museólogos de manera voluntaria, con la ayuda de una empresa especializada en museografía, contempla una primera de acogida a los visitantes. La segunda se centrará en la construcción de la catedral, en el funcionamiento del cabildo y en los «habitantes» del principal templo de la ciudad (el relojero, albañiles, limpiadores, el coro...). En la tercera sala se pone de relieve el protagonismo de la catedral en la educación --las primeras escuelas de Primaria y Secundaria de Badajoz y el primer centro universitario nacieron en ella--; la música; la asistencia a los necesitados (el hospital provincial tiene su origen aquí) y las fiestas (el Corpus era la principal celebración).

Mientras que en la cuarta sala los visitantes conocerán detalles de la liturgia; y en la siguiente, a través de obras de pintura, escultura y orfebrería se abordará la evolución de la fe en la historia, con la vida de Jesús y sus seguidores como protagonistas.

ESPECIAL / Una de las salas nuevas que se van a abrir se dedicará a Luis de Morales (el museo tiene cinco cuadros de El Divino) y a El Greco. «Vamos a hacer algo que no existe en ningún sitio, que es poner en diálogo las obras de Morales con El Greco, para entenderlos como dos autores coetáneos, pero diferentes, que tienen que estar casi a la par», explicó Román. Otras dos salas acogerán obras relacionadas con el ciclo mariano; y en la última, la capitular, se mostrará una colección de tapices.

En cuanto a los rincones de interpretación, el del nacimiento de la diócesis se ubicará en una sala en la que hay un yacimiento arqueológico de un alfar islámico. El claustro en su conjunto, la lauda sepulcral, la capilla mayor, el coro, la cripta y la torre serán otros de estos rincones. Estos dos últimos se abrirán para visitas específicas y especiales.

La intervención también incluye adecuar el sistema de iluminación de las salas, la instalación de un circuito cerrado de cámaras de seguridad, así como la colocación de los elementos museográficos que requiere el nuevo concepto de museo que se pretende conseguir: vitrinas, cartelas, paneles explicativos, señalización y recursos audiovisuales. Además, los visitantes tendrán a su disposición audiovideoguías en castellano, inglés y portugués.

Juan Román señaló que la intención es que el museo esté «conectado» con la ciudad y con la diócesis para explicar su evolución a través de la historia de la catedral y las obras de arte que atesora, incentivando el interés de quien lo visite por conocer el resto del patrimonio local, así como iglesias y conventos de la provincia.

ACCESIBLE Y ABIERTO / «Queremos que sea algo diferente a lo tradicional de un museo eclesiástico», destacó su director, quien explicó que, en estos momentos, «no hay ninguno que esté funcionando en estas claves».

El museo será accesible en espacio y contenidos, «inclusivo», para que no sea ajeno a personas en riesgo de exclusión social, evangelizador y abierto. En este último sentido, Román comentó que la idea es diseñar un programa de actividades para que su actividad no se limite únicamente a las visitas. «Se hará una oferta amplia a niños, adolescentes, jubilados, familias», indicó. Además, se tratará de trabajar con el currículo de los escolares para ofrecer a los colegios visitas «no solo desde los religioso, sino de las asignaturas de música, historia e incluso matemáticas, porque la geometría se puede estudiar desde las cúpulas», puso como ejemplo.

El director del museo explicó que, en función de la financiación que consigan, el proyecto se llevará a cabo por fases o en una única actuación. Hay que resolver los problemas de humedades, adecuar los espacios, instalar los sistemas de iluminación y adquirir los elementos museográficos, lo que supone una «importante inversión». No obstante, Román confió en que el nuevo museo pueda ser realidad en un año.

La Comisión Provincial de Patrimonio ya ha dado el visto bueno al proyecto, por eso ahora los esfuerzos se centran en recabar el apoyo económico de administraciones públicas y entidades privadas para poder iniciar las obras.