Bailar salsa, fabricar un atrapasueños, un palo de lluvia, lámparas y abalorios o aprender a realizar trenzas africanas, escuchar un cuento o participar en un taller de percusión han sido algunas de las actividades que el sábado por la mañana se podían practicar en San Francisco, como fórmula para acercar a los pacenses pequeñas dosis de otras culturas.

Estas actividades se han venido desarrollando todas las tardes, desde el miércoles, en este paseo y formaban parte del programa de la Tercera Semana Intercultural Por el color y la tolerancia que organiza la Universidad Popular de Badajoz (UPB). Algunos talleres los imparten inmigrantes y otros son españoles que han recibido formación en otros países. El objetivo es "intentar quitar el miedo ese que tenemos a lo desconocido y que la gente sepa y entienda porqué las personas somos diferentes dependiendo del lugar de donde procedamos", señalaba ayer Zoraida Carretero, técnico responsable del Proyecto de Educación y Participación de Inmigrantes de la UPB.

Estos talleres se celebran desde hace tres años, pero en esta edición se ha incluido el de bailes latinos, uno de los que más animó la céntrica plaza. El profesor, Darío Crawford, es coreógrafo, procede de Panamá y lleva más de 10 años en España. No había transeúnte que se le resistiese. "La gente se anima porque el ritmo latino es muy pegadizo y si se pone interés no es difícil". Darío reconocía que hace unos años la mayoría confundía esta música con la de Chayanne o Ricky Martin, pero hoy en día "la gente ya está más educada" y entre todos los ritmos que enseña, el que más devoción suscita es la salsa.

Este año, como novedad, la Semana Intercultural ha entrado por primera vez en el centro penitenciario y también los presos han salido para participar en actividades, como la excursión que realizaron el lunes a Alburquerque. Zoraida Carretero señaló que espera que esta colaboración se pueda repetir en nuevas ediciones.