Colaborar en la campaña de recogida de material escolar destinado familias desfavorecidas es fácil. Basta con dirigirse a las librerías y papelerías que se han sumado a la iniciativa Ningún niño sin colores que ha puesto en marcha el Economato Social Ciudad de Badajoz y dejar pagado aquello que se quiera donar. Cualquier material es bienvenido, desde gomas de borrar a lápices o cuadernos, todo aquello que aparece en las listas que los colegios facilitan a los padres a principio de curso. Las librerías actúan de intermediarias, recogen el material donado (o el equivalente a su valor) y lo entregan al economato, que se encargará de repartirlo entre quienes tienen dificultades para llenar las mochilas escolares de sus hijos, con el apoyo de Cáritas, varios colegios y la Asociación de Familias Numerosas. No habrá dinero de por medio, solo solidaridad en forma de objetos de escritorio.

De momento se han sumado a la campaña sin dudarlo las librerías Universitas, Colón, Abecedario de la calle Adelardo Covarsí y Oficaex (en la esquina de Prim con Santo Domingo). La responsable del economato, Mercedes Arias, sabe que habrá más negocios que apoyarán esta iniciativa que acaba de ponerse en marcha, pues todas las puertas a las que ha llamado se han abierto de par en par. Arias recomienda que las donaciones se hagan en presencia de los niños para hacerlos partícipes de este acto de generosidad. El mecanismo es el mismo del denominado Café pendiente, que consiste en que una persona anónima deja pagado un café en un bar para que sea servido a otra que no puede permitírselo.

Las hermanas Raquel y Rosa Ariza llevan la papelería Oficaex, y no dudaron en unirse a la campaña del Economato. Mercedes Arias se puso en contacto con ellas el viernes, colocaron el cartel y lo incluyeron en su página de Facebook «No hay ninguna razón para no sumarse, cada uno puede poner algo de su parte y queremos ayudar», son sus razones.