Luis Alfonso Hernández Carrón, como miembro de la ejecutiva nacional de NNGG, defendió ayer que los inquilinos de las Casas Coloradas deben ser jóvenes "con suficiente nivel cultural", no "familias con problemas sociales" porque según él hay otro tipo de viviendas que pueden cumplir mejor esta función y lo que se intenta es revitalizar el casco antiguo. Además, propuso que el contrato se haga "por un tiempo limitado" para que la Administración tenga algún mecanismo "para controlar el tipo de personas que se meten ahí". En concreto, NNGG quiere que aquí vivan estudiantes y profesores. Pero la Junta no lo plantea así con caracter exclusivo.