La mujer de Los Colorines que suplicaba llorando ser realojada ha conseguido que el ayuntamiento le encuentre una vivienda donde intentará vivir en paz. Plausible es que la Administración local haya solucionado su problema.

La mujer llevase meses reclamando una casa, porque en la que tiene no puede vivir, desde que le dieron una paliza. Le echó valor, y a pesar de las posibles represalias de sus agresores, optó por hacer pública su situación, se puso delante de las cámaras y habló a los micrófonos. La respuesta no se hizo esperar y esta mujer, sus hijos y su marido ya tienen en su mano la llave de una casa en otra barriada, a la que se han aferrado con ilusión. Salió en la prensa y la escucharon.

También la semana pasada la comunidad escolar del colegio de Gévora, después de meses mandando escritos al ayuntamiento por el abandono del pabellón polideportivo, optó por denunciarlo en la prensa. Al día siguiente, el concejal del área hacía público que ya habían decidido invertir poner solución a la instalación eléctrica, limpieza y mantenimiento, ocho meses después de que el pabellón abriese sus puertas. Salieron en la prensa y los escucharon.