Más de cuatro años de retraso acumularán las instalaciones de la nueva Casa de la Mujer cuando empiecen a utilizarse, pues la previsión inicial era que pudiera estar acabada en julio del 2013 y no será hasta después del próximo verano cuando puedan ser ocupadas, según calculó ayer la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex), Elisa Barrientos, en declaraciones a la prensa cuando asistía a un taller sobre fomento de juguetes no sexistas y no violentos, en las actuales instalaciones de la Casa de la Mujer.

El 22 de diciembre se formalizó el contrato de adjudicación para concluir las obras y Barrientos confió en que los trabajos comiecen tras las navidades. El plazo de ejecución es de 5 meses pero posteriormente habrá que obtener la licencia de ocupación, amueblar las instalaciones y dotarlas. Eso supone que si el año pasado la fecha de apertura que se podía anunciar era final del verano, ahora la más acertada puede ser octubre o noviembre. La obra de los apartamentos construidos en la misma parcela sí está terminada, pero la intención de la Junta es revisarlos próximanente como ya se hizo a mediados del 2016, cuando la Secretaría General de Vivienda comprobó los de Badajoz, Cáceres y Plasencia para acometer posibles reparaciones por el tiempo que llevan cerrados. Faltaría amueblarlos y la licencia de primera ocupación. De momento los únicos disponibles son los de Plasencia y para los de Cáceres acaba de llegar la licencia de primera ocupación. Los de Badajoz abrirán al mismo tiempo que la nueva Casa de la Mujer pues, aunque los apartamentos se planteen como una vivienda de estancia temporal, «creo que lo mejor es que ya que están anexionados a la Casa de la Mujer tengan los recursos al lado», no sólo por la seguridad y la vigilancia de todo el espacio.

La nueva Casa de la Mujer de Badajoz, con la que se pretende resolver la limitación de espacio de la actual sede, salió a licitación en diciembre del 2010. Se adjudicó por 2,1 millones de euros y las obras se iniciaron en julio del 2011 con un plazo de ejecución de 24 meses. La Junta llegó a iniciar un expediente de penalidades por la demora en la ejecución de las obras y a multar a la empresa adjudicataria, a la que finalmente concedió una prórroga de 14 meses para acabarlas, hasta finales de septiembre del 2014, pero la constructora no la cumplió, la obra se paralizó y hubo que resolver el contrato. Junto a sus instalaciones, en los mismos terrenos, se empezaron a construir en febrero del 2013 diez apartamentos para mujeres en situación de acogida que hayan sufrido violencia de género.