El 1 de octubre del pasado año el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, inauguró la nueva residencia de la Asociación de Paralíticos Cerebrales de Badajoz (Aspaceba), construida por Caja Badajoz, que invirtió 1.240.000 euros de su Obra Social. Pero la residencia no llegó a abrir. En estos momentos, este centro, ubicado en la calle Gerardo Ramírez Sánchez, de Valdepasillas, junto al que ya gestiona Aspaceba desde 1996, se encuentra a la espera de que la Consejería de Sanidad y Dependencia le acredite para poder cumplir la función para la que fue construido.

Sin embargo, el edificio presenta una serie de deficiencias que hay que subsanar para poder adecuarse a la normativa vigente y conseguir así la acreditación. En concreto, hay que cambiar la altura de las ventanas, colocar barandillas en escaleras y pasillos y ampliar las puertas de los aseos, porque no entran las sillas de ruedas. Tampoco la puerta de la cocina tiene las medidas adecuadas. Estas obras retrasarán aún más la apertura.

Mientras tanto, algunas familias como la de Esperanza Chacón están a la espera de que la residencia abra, ya que esta joven pacense de 34 años tiene plaza pero no puede ocuparla porque no acaba de abrir el centro.

La nueva residencia tiene capacidad para 12 residentes y a ella se trasladarán los 8 que hay en la residencia actual, que ya no reúne las condiciones para seguir funcionando como tal, además de otros cuatro que están en lista de espera.

El gerente de Aspaceba, Carlos Batalla, reconoció que hay que hacer estas "adaptaciones" porque "cuando el edificio se proyectó aún no se había aprobado la normativa actual, que en infraestructuras es más exigente que la propia Ley de Accesibilidad, por lo que propone otras adaptaciones más".

En este sentido explicó, que el Marco de Atención a la Discapacidad en Extremadura (Madex) exige más requisitos a los centros de atención a personas dependientes. Sin embargo, aseguró que hay "buena disposición" por parte de la Junta de Extremadura para solucionar el problema. "Va a haber un acuerdo entre la Junta y la caja de ahorros para asumir los costes de adaptación".

El gerente también recordó que el retraso no se debe sólo a estas adaptaciones, "hasta hace un mes no nos ha llegado la licencia de apertura".

Mientras tanto, Aspaceba ha acogido a Esperanza Monje unos días, "hemos hecho un hueco para atender a esta familia pero no podemos darle una solución porque no tenemos espacio".