El folclore tomó ayer el paseo de San Francisco. A pesar del intenso calor, más de 125 niños de Burgos, Extremadura y Murcia de entre 5 y 15 años se enfundaron en sus trajes regionales para participar en una exhibición que tenía como objetivo que cada grupo aprendiese danzas de otras regiones. El grupo anfitrión, la sección infantil de la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz, bailó La Uva ; el grupo infantil Virgen de la Soledad de Malpartida de Cáceres, La danza del guiador , un baile originario de la localidad cacereña de Portaje; y los más pequeños del grupo Danzas Burgalesas del Río, de Burgos, La canastilla . Tras hacer una demostración sobre el templete de la música, el baile se repetía de nuevo pero ya con todos los participantes.

Ismael Cortés tiene 15 años y lleva dos bailando con el grupo de Coros y danzas de Badajoz. Aunque reconoció que vestirse con el traje regional en una jornada tan calurosa era un sacrificio, tenía "mucho interés" en aprender los bailes de otros grupos.

"Queremos que los niños se conozcan entre ellos y vean el folclore como algo divertido, porque como no sea a través de estos niños no irá para adelante", apuntó Teresa Macho, de la organización del festival.

Aunque ayer los protagonistas eran los benjamines, los seniors los acompañaban con los coros y la música. Manuel Mula, que pertenece al grupo de Coros y Danzas de Lorca desde hace 38 años, destacó que además de fomentar la pasión por el folclore, también ayudan a que surja "la amistad entre grupos de distintas regiones o incluso países y eso es lo principal". Añadió que en cada lugar los bailes y las tradiciones son "muy distintas" y los niños tienen la oportunidad de conocer de cerca otras culturas. Todos los grupos participantes actuaron anoche en la terraza del López de Ayala.