Nueve colectivos y asociaciones vecinales de Badajoz han denunciado que la rehabilitación municipal de El Campillo, en la zona histórica de Badajoz, contraviene nueve artículos de tres normativas, como son la leyes de patrimonio estatal y autonómica, y el plan urbano badajocense.

Los expertos Javier Teijeiro, Angel Gamero, Juan Antón y José Antonio Rico han afirmado que el proceso, el más importante en cuanto a recuperación de un entorno histórico urbano en Extremadura, se ha convertido "en una ilegalidad desde el principio".

Entre las irregularidades, denuncian la demolición de viviendas de la zona sin cumplir la obligatoriedad de autorización necesaria, la "alterabilidad" del parcelario o la proyección de casas adosadas que no respetan el entorno urbano histórico del espacio.

Los expertos, entre los que se encuentran historiadores, arquitectos o juristas, han dicho que el objetivo es crear un espacio de debate en la ciudad en torno al proyecto, esperando que el ayuntamiento y la Junta sean "sensibles" a estas reivindicaciones.

La plataforma Iniciativa Campillo ha explicado que las medidas a tomar "no son una amenaza", pues no quieren que se genere otro proceso como el del cubo de la Facultad de Biblioteconomía, pero la autoridad municipal "sigue por su camino" en solitario.

Según han indicado, el proyecto contraviene tres artículos de la Ley de Patrimonio Histórico Español, en aspectos como realizar obras en La Alcazaba sin autorización expresa y sin los preceptivos proyectos de derribo.

En cuanto a la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, las actuaciones contravienen cuatro artículos, entre ellos la "obligación" de dar a conocer obras que puedan destruir bienes incluidos en la zona patrimonial o alteren su entorno.

Además, las obras no pueden modificar zonas ubicadas a menos de 100 metros del entorno monumental y, en este caso, hay solo 14 metros desde la Torre de Espantaperros hasta la fachada de la manzana nueva más cercana.

En relación al Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Badajoz de 2007, la norma habla de que las construcciones en el entorno de La Alcazaba no pueden tener más de 2 plantas y que la renovación debe ser "cuidadosa" con el Cerro de la Muela.

Por otro lado, la visión de las cubiertas de las nuevas casas, que serán "repetitivas", romperán con la "heterogeneidad" que ha hecho gala de este entorno histórico badajocense en relación a su entramado urbano.