Un total de 41 personas --33 hombres y 8 mujeres-- han pasado por el nuevo Centro Hermano de Cáritas desde que abrió sus puertas el pasado 14 de julio, según informó ayer su coordinadora Teresa Castellano a EL PERIODICO. De éstas 25 eran españoles, 11 comunitarios y el resto extranjeros con nacionalidad europea o americana.

La coordinadora señaló que la mayoría de los acogidos presentan problemas de alcoholemia y de toxicomanía. Aunque también han pasado por estas instalaciones de acogida personas con enfermedades mentales o sin hogar. El Centro Hermano ha atendido a un máximo de 18 transeúntes por noche, y cuenta con una lista de espera para las drogodependientes, "porque éstos necesitan de mayor atención por parte del personal, y sólo se pueden atender a seis o siete personas a la vez, al ser éste escaso", según declaró Castellano.

PLANTILLA Los transeúntes participan en las tareas domésticas del centro y por las tardes realizan ejercicios de lectura. En el centro trabajan tres educadores, un auxiliar de educador, un trabajador social, una coordinadora y celadores nocturnos. A partir de septiembre, se añadirá un servicio de psicología.

Castellano señaló que el centro de acogida funciona con toda "normalidad", y que hasta ahora no ha habido "ningún tipo de problema con los acogidos". La coordinadora espera aumentar el contacto con el barrio, ya que asegura que por ahora "no se ha mantenido ninguna relación". Además calificó el centro como un edificio "ejemplar, pero que necesita aumentar su plantilla, ya que son pocos educadores para las 28 plazas".

El nuevo Centro Hermano está ubicado en la antigua Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales (ITI), una zona cedida por la Universidad de Extremadura (UEx) durante tres años. El antiguo centro se cerró el pasado año cuando Renfe recuperó el edificio prestado a Cáritas. Durante todo el año el centro ha permanecido cerrado.