Los sonidos de su arpa han acompañado en el escenario a Raphael, Mónica Naranjo, Paloma San Basilio, Ana Torroja, La Oreja de Van Gogh y Vetusta Morla. Su palmarés no cabría en esta página y tampoco sus innumerables actuaciones como arpista invitada o como solista. La joven pacense Rosa María Rodríguez Boya, cuyo nombre artístico es Whiteveil, ha dado un paso más en su carrera imparable y acaba de sacar a la luz su primer cedé: The HarpyIs Heart , que aunque invite a una traducción simplista, en realidad significa el corazón de la arpía, que es el nombre simpático con el que los compañeros músicos denominan a quienes tocan el arpa. Un amigo escritor, Jesús Vilches, le ha dado sentido real al título escribiendo una historia que se incluye en la carátula.

Whiteveil se traduce como velo blanco y su significado tampoco es baladí. Procede de una leyenda china. Era el nombre de la joven arpista repudiada por su padre rico porque se enamoró de un chico humilde y ambos se suicidaron lanzándose a una catarata cuyas gotas provocaron una melodía al rozar las cuerdas del instrumento. Rosa María Rodríguez tiene 26 años. Es arpista profesional, cantante y compositora. Ahora vive en Orihuela (Alicante). Estudió en Badajoz, en el instituto San Fernando y en el Conservatorio Superior de Música hasta el grado medio y se trasladó a Madrid a terminar la carrera. Se licenció con matrícula de honor en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.

Toca el arpa desde los 7 años. Un instrumento que eligió por casualidad, porque a esa edad no conocía su existencia. Sus padres querían apuntarla al Conservatorio, una amiga sugirió que eligiese el arpa, porque tenía una en su casa "y me gustó muchísimo". Ahora tiene cuatro.

La idea del disco surgió "por no estar parada en casa, por hacer algo y por tener un material que enseñar de lo que yo soy". El trabajo incluye siete temas y un bonus track . Dos son versiones: Scarborough fair y Canción de ánimas . Esta última es extremeña, de Las Hurdes. La escuchó en el programa de televisión Cuarto Milenio1, a una entrevistada que la cantó. El resto son temas originales. "El corazón de mis canciones es celta --describe-- porque es la música que a mí me gusta, que más he escuchado y que está más relacionada con el arpa, pero como no quería hacer algo ya muy manido, le he dado un punto roquero, para poder llegar a más gente y que se sienta identificada con las canciones". Es decir, "se mezclan dos partes, la celta, la tradicional y la rockera, la que a mí me gusta bailar".La base de las canciones es el arpa y su voz. Se suma la de una amiga que la acompaña en uno de los temas, Martina Rolm. Apunta que su trabajo es diferente porque hay muchos discos de arpa en el mercado "pero sólo de arpa con música de relajación y la mayoría canciones tradicionales, aquí en España no hay nada como lo mío".Reconoce que el proceso de creación de un disco es complicado "y sobre todo costoso". Las canciones han ido a saliendo a medida que iba reuniendo dinero para sacar adelante otro tema más. El resultado le emociona. "Me encanta --dice-- porque para mí es como un hijo". El cedé se puede adquirir en internet y pedirlo a través de su página web (

whiteveilharp.com