La Consejería de Fomento de la Junta prevé que las obras que se están acometiendo en la entrada de Bótoa y Valdebótoa terminen en otoño, pues el plazo marcado es el 30 de octubre. La constructora que está acometiendo toda la obra es Manfra y el objetivo es solucionar los problemas de tráfico de esta carretera, que no sólo soporta los vehículos que acuden a la base y al poblado, sino que es el paso natural de enlace con Alburquerque y San Vicente de Alcántara.

Para Valdebótoa se ha previsto una gran glorieta y en la base militar ya ha empezado a levantarse un paso elevado. Según ha informado el director general de Urbanismo, Arquitectura y Ordenación del Territorio, Matías Martínez Pereda, en declaraciones a EL PERIODICO, las obras se han retrasado por problemas que surgieron con las expropiaciones y con una línea eléctrica, que ya están resueltos.

Ambos proyectos fueron anunciados en enero del 2003 por el entonces consejero de Obras Públicas, Eduardo Alvarado, quien afirmó, en relación al paso elevado, que la obra saldría a concurso ese mismo mes y el plazo de ejecución era de cinco meses. De haber sido así, este enlace se habría terminado en verano del 2003, pero se ha retrasado más de un año. Es el tramo más complicado. Ya ha comenzado la cimentación del puente elevado. El presupuesto es de 481.000 euros.

4.000 PERSONAS De la base pueden entrar y salir a diario más de 4.000 personas, pues además de los militares están los proveedores, lo que genera una altísima concentración de vehículos, a los que se añaden los convoys.

El paso elevado, en forma de T, ocupará 400 metros a lo largo de la carretera y unos 150 metros a la salida de la base. Por él circularán los vehículos que vengan en dirección a Badajoz y los que salgan de la base con este mismo destino, con carriles de aceleración y desaceleración. El puente estará dimensionado para soportar vehículos pesados.

El presupuesto para la glorieta de entrada a la pedanía es de 202.000 euros. Actualmente existen seis accesos a Valdebótoa, en un tramo prácticamente recto. Las soluciones que se están acometiendo se han planteado "no sólo por seguridad, sino por comodidad", apunta Pereda, quien pone como ejemplo el conflicto que se produce a las 7 de la mañana, hora a la que resulta casi imposible entrar en Valdebótoa con un giro a la izquierda. De ahí la necesidad de reordenar los accesos para que sólo queden dos: uno a la entrada del poblado y, el principal, con una glorieta ubicada justo en la parte central de la población.