Aunque los planes iniciales de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda eran que la obra de recuperación de la fachada de las Casas Coloradas de la plaza Alta se llevara a cabo este año, la actuación se ha retrasado a mediados del 2018. Esa es la fecha en la que se prevé que todos los trámites estén resueltos, ya que al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC) se requieren informes de distintos órganos y el proceso es «más lento», según explicaron fuentes de la Junta.

El proyecto básico, elaborado por el arquitecto Santiago Martín Corrales, ya se trasladó en julio al Ayuntamiento de Badajoz para solicitar la licencia de obras y para que fuese remitido a la Comisión de Patrimonio. Según indició la Junta, el consistorio pacense respondió el 20 de julio que no existía ningún tipo de inconveninete de tipo urbanístico para llevar a cabo estos trabajos e informó de que había remitido a la Oficina Municipal de Rehabilitación el proyecto, de donde pasará a la citada comisión para posteriormente ser aprobado por la Dirección General de Patrimonio.

La redacción del proyecto de ejecución está pendiente de la resolución de la Comisión de Patrimonio, para incorporar las consideraciones que ésta establezca. El siguiente paso será licitar la actuación, cuyo presupuesto ronda los 200.000 euros.

En marzo del 2016, la directora de Vivienda y Arquitectura, Isabel Moreno, anunció que se repararían los desperfectos de la fachada de las Casas Coloradas y se repintaría. La actuación se llevará a cabo 13 años después de que este emblemático edificio se recuperase y sus viviendas se ofreciesen en alquiler.

Los principales daños que presenta la fachada se deben a las humedades, aunque también hay partes en las que se ha desprendido la pintura. Al tratarse de un BIC, la Junta decidió encargar el proyecto a un arquitecto experto en patrimonio. Según explicó Marín Corrales a este diario tras finalizar sus informes, la humedad se debe al agua que vierten algunos de los canalones y los mayores daños se advierten en los arcos de la parte más baja del edifico, donde al no existir canalón, el agua cae directamente sobre la pared.

La propuesta del arquitecto contempla, además de colocar un canalón en este punto, dar más pendiente al remate de los balcones de la primera planta o impermeabilizarlos. Una vez reparadas estas deficiencias, se procederá al repintado de la fachada, en la que no se ha intervenido nunca desde la recuperación del inmueble.

El proyecto de Martín Corrales recoge la idoneidad de utilizar pinturas al silicato de calidad, porque contribuirán a minimizar los daños causados por el agua en el futuro. Este tipo de pintura no se desprende y también impide que salgan hongos en la pared.

Fue la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz la que contactó con la Dirección General de Arquitectura y Vivienda para alertar del deterioro de la fachada de las Casas Coloradas. Los técnicos constataron los desperfectos del revestimiento exterior del edificio --se descartó que existan problemas estructurales-- y la Junta se comprometió a poner remedio, pues reconoció que la situación actual no era la mejor imagen que podían llevarse los turistas de la ciudad en su visita a la plaza Alta.

La Junta también ha realizado obras este año en algunas de las 22 viviendas y zonas comunes de este inmueble. En este caso, se invirtieron algo más de 23.000 euros para solventar problemas relacionados con las humedades, la carpintería y el saneamiento.