La restauración de dos altares de la iglesia del convento de las Descalzas de la Merced, en la plaza López de Ayala, está a punto de finalizar con un descubrimiento cuya relevancia no ha sido valorada oficialmente, pues hasta el arzobispado desconoce su existencia. En el altar del Cristo de La Espina y en el de la Virgen de la Amargura, situados ambos a izquierda y a derecha del retablo mayor, se han encontrado ocultos, bajo capas de suciedad y barniz, varios motivos que podrían datar de los siglos XV y XVIII, respectivamente.

En el altar del Cristo de la Espina, dentro de su hornacina, ha salido a la luz un lienzo de tres metros de ancho en el que se aprecia el dibujo de la muralla medieval de la ciudad, donde se pueden observar varias torres, entre ellas una que podría ser la de Espantaperros en su estado original. "Podría ser la pintura más antigua que se conoce de Badajoz, pues se aprecia el convento de las Trinitarias y el barrio de El Salvador, desaparecido hace siglos", contó a EL PERIODICO Luis Mangas, restaurador carpintero del convento.

AUTOR ANONIMO No se sabe con exactitud ni el siglo ni el autor. Según Mangas, "por el estado de los edificios representados podría datar del siglo XV. Probablemente lo haría un sacerdote aficionado, pues la perspectiva es muy básica", explicó.

También el altar de la Virgen de la Amargura escondía en sus laterales, bajo capas de suciedad, dibujos originales de varias capillas. "Deben ser del siglo XVIII, pues los dibujos retratan capillas de aquella época, hoy en día inexistentes", señaló el restaurador.

Por otra parte, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, presidirá su reapertura, el 4 de Octubre, que será "un día lleno de sorpresas para los asistentes, descubrirán una nueva iglesia", según sor Inmaculada, abadesa del convento. Ello se debe a la renovada imagen, tanto por dentro como por fuera, que presenta el edificio, el cual ha sido restaurado en su totalidad, "pues necesitaba urgentemente de una remodelación, en la que han trabajado albañiles, carpinteros y el restaurador durante meses", contó. El retablo mayor ha recobrado sus colores originales, el suelo de mármol luce brillante y las paredes han cambiado el gris por el verde claro.

Una vez restaurados los altares, los obreros han recolocado las tallas, las columnas y los escudos de armas de los condes del Fresno, también restaurados completamente. La iluminación ha sido también modificada para que la antigua iglesia, en obras desde hace más de un año, luzca como el primer día.