Ayer se cumplió una semana desde que un camión se hundió en la calzada en la confluencia del paseo Fluvial con la autopista, en la entrada del puente de la Universidad. Durante este tiempo, los trabajadores, en dos turnos, no han parado ni el día festivo ni el fin de semana, para intentar subsanar una avería que ya se ha convertido en el mayor socavón que ha soportado el casco urbano, con más de 10 metros de profundidad y 60 de longitud.

Dentro de este enorme agujero, que abarca desde el cruce hasta la orilla del río, ayer trabajaban tres excavadoras limpiando escombros y tierra, para poder empezar a centrarse en la verdadera obra que suponga una solución definitiva que, aunque más costosa, va a garantizar la seguridad plena en este complicado tramo. Esta es la prioridad en la que insistía ayer el concejal de Aguas, Francisco Javier Fragoso, además de que no se vea afectado el abastecimiento.

Desde un principio se vió que había que sustituir y reforzar las redes de saneamiento. La abundante lluvia caída el domingo, que desbordó los conductos existentes, ha obligado a redefinir las previsiones iniciales y finalmente se va a optar por instalar un colector definitivo formado por cajones prefabricados de hormigón armado, con más de 20 centímetros de espesor y 12 toneladas de peso, capaces de soportar 80 toneladas de tierra encima más el del tráfico rodado y con una capacidad de caudal veinte veces superior al colector actual. Se colocarán 30 cajones, que llegarán dentro de dos semanas en otros tantos camiones.

El jefe de servicio, Juan José Gómez, explicó que en la cabecera del gran agujero desembocan tres colectores que se unen en el que llega al caño de la Cambota y "que se ha partido por 40 sitios". Una vez que ya está abierta la enorme zanja y terminen de quitar la tierra y escombros (se han sacado más de 200 camiones, que vierten en una parcela frente al Infanta Cristina) se colocarán los cajones de hormigón, que tienen unas dimensiones de 2,5 metros de largo por 2,25 de altura "y van a absorber el agua de todo Badajoz entero", describe el jefe de servicio, quien además apunta que este tramo será "visitable".

Para poder instalarlos han tenido que abrir una vía de servicio de 4 metros de anchura y posteriormente se construirá una plataforma de hormigón de 4 metros de ancho, 60 de largo y 40 centímetros de espesor con una doble armadura y sobre ella, con la pendiente correcta, se montarán los cajones de hormigón. Es la primera vez que esta solución se adopta en un punto de la ciudad "y nos va a dar la seguridad absoluta de que aquí no va a pasar nada más".