La aparición de unos restos arqueológicos durante las obras de ampliación del museo de la Catedral ha aportado importantes datos sobre el origen de este edificio y el lugar en el que se asienta. El director general de Patrimonio Cultural de la Junta, Francisco Pérez Urban, ha revelado a EL PERIODICO que a finales de año aparecieron los restos de un horno.

El horno podría datar del siglo IX, de la época islámica y su presencia en el sitio donde se asienta la catedral de Badajoz permite "una nueva lectura de la génesis de la catedral, puesto que los restos arqueológicos encontrados hacen poco verosímil la hipótesis no documentada de la existencia de una iglesia mozárabe en este lugar", ha declarado el director del museo y fabriquero (encargado de los bienes) de la catedral, Francisco Tejada Vizuete. La existencia de este horno explica que este lugar fue zona industrial en la época islámica y podría tratarse de un alfar o un horno de metalurgia.

Tejada Vizuete añade que en la historia de Extremadura sobran hipótesis y en el caso concreto de la catedral de Badajoz, no hay ninguna prueba que indique que existió con anterioridad un edificio religioso. La construcción actual empezó a levantarse en el siglo XV y culminó en el XVII.

RETRASO

Pérez Urban confirmó que las obras de ampliación del museo catedralicio han sufrido "un pequeño retraso" por la aparición de estos restos arqueológicos que, finalmente y por decisión eclesiástica, se integrarán en el propio museo cuyo proyecto original, por tanto, ha sufrido una modificación "no importante, porque era algo no previsto". Salvando este retraso "que para nosotros es afortunado, por el hecho de que podamos recuperar un elemento que estaba oculto", las obras están avanzando con la idea de que antes del verano culmine la obra civil y se pueda iniciar el proceso para la nueva redistribución del espacio y la reordenación de los fondos museográficos.

REUBICACION

Francisco Tejada Vizuete ya está trabajando en la ubicación de todos los fondos. En la actualidad, el museo catedralicio ocupa unos 1.000 metros cuadrados, incluidos el claustro y capillas y las salas capitulares. El proyecto que se está acometiendo en estos momentos consiste en ampliar el espacio disponible en el museo con las estancias anexas que en tiempos ocuparon los Alamacenes San Blas, en la calle San Blas y eso permitirá al mismo tiempo, que el museo disponga de una entrada independiente por esta calle, lo que evita el paso obligado desde el interior de la catedral. El nuevo espacio ocupará unos 400 metros cuadrados, que se unirán al actual por la planta semisótano de la sala capitular.

Pérez Urban destaca que la ampliación aportará una doble funcionalidad al espacio museográfico. Por un lado permitirá una nueva lectura de su contenido, pero además el proyecto incluye una sala de exposiciones temporales, "con lo cual el museo va a recobrar de nuevo vida en doble sentido".

Además, Tejada Vizuete ha comentado que existe la previsión de que el espacio del museo de la Catedral sea totalmente accesible, para lo cual habrá que eliminar todas las barreras arquitectónicas existentes. El director se plantea este plan a un plazo no muy largo.

La envergadura de la obra se explica en que "estamos en un entorno muy delicado, donde los trabajos se deben hacer con suma precaución", comenta el director general de Patrimonio Cultural de la Junta.