La plaza de la Soledad ya luce en toda su plenitud, sobre todo para los peatones, pues continúa cortada al tráfico rodado, una situación que se mantendrá hasta que la obra se recepcione y que posteriormente se impondrá dentro de una actuación global que incluye una reordenación de las calles del entorno y que afectará asimismo a la calle Menacho.

Las obras en la plaza han concluido, según confirmó ayer el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, quien señaló que lo que más se ha retrasado es el parque infantil porque la colocación del suelo de caucho requería que dejase de llover durante varios días para que el pavimento estuviese totalmente seco y se pudiera adherir bien. En el centro del corralito han colocado un diminuto y rústico tren de madera. También han sido retiradas las vallas que protegían las jardineras, aunque Rodolfo apuntó que el motivo son las procesiones de Semana Santa. Al mismo tiempo, ya se pueden utilizar los nuevos bancos, de madera sobre un poyete de obra.

Respecto a las barreras arquitectónicas que denunció la asociación de discapacitados Apamex, el concejal adelantó que tiene el informe de los técnicos pero tiene que conocer el dictamen jurídico, antes de pronunciarse.